-¿Cómo ha llegado un mallorquín a dirigir el Instituto Pasteur?
-Cursé los primeros tres años de Biología en la UIB y los dos últimos cursos en Barcelona. Después, gracias a una beca europea, realicé mi tesis en la Universidad italiana de Pavía y luego pasé tres meses en Oxford. Luego ya recalé en el Instituto Pasteur para el postdoctorado. Oposité y saqué una plaza en el CNRS, el equivalente francés de nuestro Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y ya en el 2003 monté mi propio laboratorio, mi grupo de investigación en el Pasteur. En el 2006 o 2007, no recuerdo bien, pasé a dirigir la unidad de Genética Evolutiva Humana.
-Bien, pero, ¿cómo alcanzó el puesto de director científico de esta prestigiosa institución?
-En esos tiempos ya formaba parte del consejo científico del Pasteur, integrado por veinte personas y que se reunía cuatro veces al año para fijar las estrategias científicas del centro. Un centro especializado en estudiar cómo sobrevivir mejor a las infecciones desde el punto de vista de la Microbiología, la Virología y la Inmunología. Me llamó el director para pedirme algo y yo, que ya me había negado antes a otras peticiones suyas, pensé que había llegado a la edad en la que un científico debe dejar de pensar exclusivamente en la investigación y centrarse un poco más en los aspectos prácticos. Pero mi sorpresa fue mayúscula cuando me ofreció ser el director científico de once departamentos.
-¿Por qué?
-Porque yo era un especialista en genética humana y de las poblaciones y en su aspecto evolutivo en un centro que está especialmente centrado en la Microbiología y la Inmunología.
-¿En que justificó entonces su designación?
-Me dijo que fue precisamente por eso, porque no pertenecía a ninguna "capilla", así se dice en francés, y no había riesgos de que beneficiara a algunos grupos de investigación sobre otros. Y porque mi disciplina es más general y transversal, apuntó.
-Asómbreme con algunas cifras del Pasteur.
-En él trabajan unas 2.500 personas entre investigadores, profesores, técnicos e ingenieros, entre otros. Es una fundación privada sin ánimo de lucro que cuenta con 130 laboratorios, 11 departamentos, un campus con doce edificios en el centro de París y que dispone de un presupuesto anual de trescientos millones de euros.
-¿Aporta algo el Estado francés?
-Sí, aproximadamente el treinta por ciento del total. En los años 60 y 70 el Instituto estaba prácticamente en bancarrota y fue la ministra de Sanidad Simone Veil, la política que despenalizó el aborto en Francia y que tuvo graves problemas por ello, la que decidió que el Estado contribuyera a su financiación y, de paso, salvara a la institución. Desde entonces, aproximadamente un tercio del presupuesto procede del Estado francés."Me eligieron director científico del Pasteur porque no había riesgos de que beneficiara a nadie"
-¿Y el resto? ¿De dónde procede?
-No soy muy bueno con los números pero creo que otro treinta por ciento viene de las patentes que generamos y de las investigaciones, de los overheads que se revierten en el Pasteur (los overheads son un porcentaje de la financiación de una investigación que se destina a la institución que acoge los trabajos). Entre otro diez o quince por ciento procede de las inversiones que realiza el propio Instituto, que creo que cuenta con un millón de euros para ellas. Y el veinte por ciento restante viene de donaciones de particulares. En los años treinta, Wallis Simpson, exiliada en París junto a su marido Eduardo VIII que renunció al trono del Reino Unido por ella, donó todas sus joyas al Instituto Pasteur, al que declaró su heredero universal. Y gracias a ellas se pudo construir un nuevo edificio. En Francia, al contrario que en España, se considera muy "chic", muy noble, dejar dinero a las instituciones que investigan por la salud de las personas..
-En España eso no es tan habitual?
-No. El viejo March sí que fue un visionario y un filántropo porque entendió antes que nadie que dejar un legado social posibilitará que tu obra permanezca en el tiempo. ¿Se recordará al propietario de Zara por una operación financiera muy brillante? Yo creo que no. Sin embargo la Fundació March sigue ahí.
-Explíqueme lo más claramente posible a qué se dedica.
-Me dedico a leer en el ADN nuestro pasado para entender el presente e imaginar un futuro mejor para nuestra salud.
-¿Cuáles son los orígenes de los mallorquines?
-No te puedo responder a eso porque no hay razas, sino tan solo grupos étnicos. Se puede hablar de identidades culturales con ciertas características genéticas. Desde un punto de vista genético, las razas no existen.
-¿Cuáles han sido los descubrimientos más importantes de su carrera?
-En el año 1999 descubrimos que el hombre salió de África hace 60.000 años siguiendo una ruta litoral que recorrió el este del continente africano, el sur de la Península Arábiga y fue hacia la India. Y en el 2008, que hay muy pocas diferencias genéticas entre los principales grupos étnicos de África, Asia y Europa. Y que las que hay son fundamentalmente debidas a la selección natural, a la adaptación de los seres humanos al ambiente que les rodea."En Francia se considera muy ´chic´ dejar dinero a las instituciones que investigan por la salud"
-¿Algún otro hito del que se sienta orgulloso?
-En 2016 descubrimos que los europeos y los africanos responden a los agentes patógenos de manera diferente, que nuestro sistema inmunitario es diferente. Y concluimos que una parte del sistema inmunitario de los europeos, sobre todo el que actúa contra los virus, lo hemos heredado del hombre del Neandertal.
-¿Qué aplicaciones prácticas tienen estas investigaciones?
-Nuestra ambición es saber por qué todos los seres humanos somos diferentes en nuestro sistema inmunitario. Qué factores genéticos, ambientales o de forma de vida son concluyentes a la hora de marcar esas diferencias. Eso nos permitiría hacer una medicina de precisión, que no personalizada como se venía hablando hasta hace muy poco tiempo.
-¿Por qué hace esa matización?
-Porque el futuro pasa por tratar a grupos de personas con características comunes, no a individuos concretos.
-¿Será esta medicina de precisión más eficiente y ahorrará costes?
-Yo creo que sí y te lo explicaré con un ejemplo. Podrás determinar que a determinados grupos poblacionales les bastará con una dosis mínima de vacunas porque su sistema inmunológico es más fuerte. Está demostrado que los diez medicamentos más usados en Estados Unidos tan solo funcionan como deberían en el veinte por ciento de los casos."Las pocas diferencias genéticas de los grupos étnicos son debidas a
la selección natural"
-¿Se medicará o tratará a las personas dependiendo de su bagaje genético?
-Ese es el futuro. En función de la genética de cada grupo, se le dará uno u otro medicamento. Por ejemplo, se demostró que un antibiótico contra la tuberculosis permanecía más tiempo en el organismo de los asiáticos provocándoles a la larga problemas hepáticos. Esto es algo que desde luego no gustará a la industria farmacéutica, que saca al mercado nuevos fármacos con el objetivo de que se prescriban a toda la población.
-¿Ha evolucionado el ADN del ser humano con el paso del tiempo?
-En los 200.000 años que han pasado desde que apareció el primer hombre en África, el clima, la nutrición y los agentes patógenos han ido provocando una evolución del ADN, mutaciones para adaptarnos a las condiciones cambiantes. Piensa que en tan solo unos cien años, con la aparición de las vacunas y los antibióticos, han mejorado mucho las condiciones de vida.
-Desde que se secuenció el genoma humano han proliferado empresas con ánimo de lucro que ofrecen a los particulares realizarse pruebas genéticas. ¿Con qué objetivo?
-Sí. Basta con que les envíes un poco de tu saliva impregnada en un bastoncillo similar al que utilizas en tu higiene diaria y te ofrecen dos tipos de resultados. El primero, lúdico y al que no pongo ninguna pega, te permite conocer cuáles han sido tus ancestros, de qué origen es tu ADN."Wallis Simpson, la mujer de Eduardo VIII, declaró heredero universal al Pasteur y le dejó todas sus joyas"
-¿Y el segundo?
-Las probabilidades que tienes de desarrollar enfermedades graves en un futuro. Y esto es muy peligroso. Porque algunas de estas predicciones en el caso de enfermedades como la diabetes, el alzheimer, parkinson y otras patologías graves están basadas en muy pocos datos, en asociaciones muy débiles. Y eso por no hablar del susto que se lleva un particular al recibir en su casa una comunicación que apenas entiende y que le dice que puede desarrollar un cáncer. En Francia, que es un Estado muy proteccionista, está terminantemente prohibido. Yo solo las autorizaría si se recibieran en presencia de un médico o un especialista que te tradujera y te explicara la información que has recibido.
-Por último, ¿volvería a investigar en España o ya la considera una tierra yerma para esta actividad?
-En España hay el mismo potencial investigador que en otros países. Y claro que volvería. Pero siempre y cuando las condiciones económicas estuvieran a la altura del proyecto investigador.
