El juez mallorquín Pedro Barceló, de 62 años, vuelve a hacer las maletas para participar en un proyecto de ayuda de la Comisión Europea a Turquía para que amolde su legislación y administración a los estándares europeos de asistencia a las víctimas de delitos. Barceló dejará su puesto de magistrado en instrucción 2 de Palma para pasar dos años en Ankara y trabajar codo a codo con el ministerio de Justicia turco en la adaptación de la legislación y los servicios de ese país para que las víctimas de delitos sean atendidas y les sean reconocidos sus derechos durante el proceso.
No es la primera vez que Barceló trabaja como juez cooperante internacional. Entre 2005 y 2009 participó en otros dos proyectos de hermanamiento en Bulgaria, un país que aspiraba a entrar en la Unión Europea y al que el magistrado asesoró también en materia de apoyo a las víctimas y en la adaptación de su legislación a la normativa europea sobre distintas materias legales.
El exdecano de los jueces de Palma ha actuado como ponente, profesor y asesor en otros múltiples foros internacionales. En su abultado currículum destacan las estancias en Panamá, donde diseñó libros para la formación de jueces y fiscales y participó en programas de formación de esos juristas.
"Turquía firmó en su día un tratado de adhesión a la Unión Europea y está estableciendo programas de cooperación para adaptar su legislación a 33 estándares de la Unión Europea en otras tantas materias, la Justicia es una de ellas", explica Pedro Barceló. Su misión en el país asiático-europeo se centrará en las víctimas de delitos y "especialmente en las más desfavorables: mujeres, niños, ancianos y personas con discapacidad".
"No sé si vamos a entrar en el tema de los refugiados. Eso depende de que el Código Penal turco, que por ahora desconozco, contemple la posibilidad de que los refugiados sean víctimas de delitos. En ese supuesto sí podríamos entrar", explica el juez.
El consejero de la Comisión Europea también estará atento en su nuevo destino a "profundizar en la materia de derechos humanos en el sentido de si las víctimas sufren alguna lesión en sus derechos fundamentales durante el tratamiento procesal de sus causas". "En este supuesto podré hacer recomendaciones para paliar esas lesiones", añade.
Directiva transpuesta
Barceló señala que dos son los marcos legales a los que deberá acercarse la legislación turca: Una directiva de la UE de 2012 sobre normas mínimas de tratamiento a las víctimas y el Convenio de Estambul del Consejo de Europa sobre la Violencia de Género y la Violencia Doméstica.
La directiva de la UE ya está transpuesta a la legislación española desde 2015 con la Ley del Estatuto de la Víctima, una situación que Barceló resaltó en su solicitud para aspirar al puesto.
El proyecto de hermanamiento contempla varias fases: diseño de un plan estratégico previo, apoyo para que el actual Departamento de Apoyo a las Víctimas turco sea operativo; apertura de ocho oficinas piloto de asistencia a las víctimas en otras tantas provincias turcas; y puesta en marcha de una campaña final de difusión de los derechos de las víctimas, con una vertiente publicitaria y otra de concienciación de los medios de comunicación para el tratamiento informativo de las víctimas.
El plan estratégico implicará un estudio de la situación de la víctima en Turquía a escala nacional y provincia por provincia y un análisis comparativo del Código Penal turco. También están previstas visitas de trabajo a otros países europeos para comprobar in situ los modelos de asistencia a las víctimas. Así mismo está prevista la organización de seminarios de formación para juristas y funcionarios.
