“Liposucciones se hacen muchísimas cada día en Mallorca. ¿Cuántas? No lo sé. En todo el país se pueden realizar fácilmente más de mil diarias. Se trata de un procedimiento muy sencillo que se está realizando sin complicaciones notorias desde hace más de cincuenta años”, explica el doctor Jaume Estrada, cirujano plástico que dirige este servicio en el hospital de Son Espases.

A raíz del trágico final de Fátima, una paciente fallecida la pasada semana en Palma tras someterse a una liposucción durante varias horas en una clínica privada, este rotativo ha hablado con este especialista para intentar esclarecer qué problemas entrañan este tipo de intervenciones estéticas.

“Reitero que las complicaciones son muy poco habituales. En once años que llevo trabajando aquí (en Mallorca) no recuerdo que se haya producido un caso similar al de Fátima, percance sobre el que me abstendré de opinar porque lo desconozco todo sobre él, no sé lo que pasó en ese quirófano, no he tenido acceso a ninguna información fiable. En Barcelona sí que recuerdo algunos problemas con estas intervenciones hace años, sobre todo por toxicidad con la anestesia local”, acota Estrada.

Pese a que en el servicio de Cirugía Plástica de Son Espases se trata a enfermos a los que su patología les provoca un cambio indeseable en su aspecto, diferencia su responsable, este profesional aclara antes de nada que la liposucción consiste en realizar una o dos pequeñas incisiones en el cuerpo del paciente a través de las que se introduce una cánula por la que se aspira la grasa que se quiere eliminar.

Preguntado sobre qué titulación se precisa para poder llevar a cabo estas intervenciones, el jefe de cirugía plástica revela que este aspecto no está legislado en este país. “No existe un título oficial de cirugía estética, la titulación oficial es la de cirugía plástica, reconstructiva y estética”, diferencia.

Preguntado sobre si conoce de casos de profesionales que en Mallorca realizan este tipo de intervenciones sin contar con la titulación requerida, el especialista, cauto, prefiere responder que “en toda España hacen estas intervenciones profesionales que sí son cirujanos plásticos y otros que no disponen de esta formación”. Y esta isla no es desde luego una excepción a esta práctica habitual.

Efectos tóxicos

Sobre las complicaciones más frecuentes que pueden surgir en estas intervenciones, el doctor Estrada habla de dos: la aparición de efectos tóxicos, que se manifiestan con complicaciones neurológicas, a raíz de un abuso de la anestesia local y, en segundo lugar, por querer realizar liposucciones demasiado abundantes en un misma sesión. “El profesional debe adecuar los medios de los que dispone a la magnitud de la liposucción que pretenda realizar”, recomienda.

Así, diferencia entre una liposucción pequeña en la que se extraen, pone como ejemplo, unos cien centímetros cúbicos de grasa y en la que tan solo sería necesario administrar al paciente anestesia local, de las liposucciones más grandes. “En las que se sacan entre uno y dos litros de grasa habría que poner anestesia regional e incluso general. Y yo desde luego recomendaría no extraer en una misma intervención más de tres litros. ¿El motivo? Porque puede provocar una importante pérdida de sangre y llegar a provocar un shock hemorrágico que obligaría al cirujano a hacerle al paciente una transfusión. Es más juicioso no hacer liposucciones de esa magnitud y un profesional con experiencia se moverá en márgenes que le garanticen una mayor seguridad para el paciente. Es mejor hacer varias sesiones separadas en el tiempo para evitar riesgos”, recalca.

Por todo lo expuesto, el doctor Estrada recomienda que, en operaciones de cirugía estética, es fundamental “conocer a la persona que la va a hacer así como qué preparación tiene. Lógicamente es mejor ponerse en manos de un cirujano plástico que tiene la especialidad tras hacer cinco años de residencia en un hospital y que sabrá cómo afrontar una complicación. Porque hay que recordar que ningún acto médico, incluida la ingesta de una pastilla que también puede provocar efectos secundarios, está exento de riesgo”.

El profesional que hará la intervención, añade el jefe de cirugía plástica, debe también facilitar información al paciente sobre las molestias y los riesgos de la misma y obtener su consentimiento informado. Y la clínica donde se va a a realizar debe ser un centro quirúrgico homologado, aconseja. “Para intervenciones de este tipo no es necesario que disponga de una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pero sí es aconsejable que tenga una unidad de reanimación”, abunda.

Las intervenciones más frecuentes de cirugía estética, detalla, son las liposucciones, las intervenciones mamarias, tanto de aumento como de reducción, y las rinoplastias. “Todos ellas tienen un riesgo bajo en general. En el caso de las prótesis mamarias las complicaciones más frecuentes son los sangrados postquirúrgicos y los encapsulamientos de las prótesis (se endurecen y originan molestias en la paciente). Por ello, es importante ponerse en manos de un profesional competente que te informe de las posibles complicaciones de estas intervenciones”, aconseja Estrada.

Este cirujano añade que en el Colegio de Médicos de Balears (COMIB) se puede comprobar con qué formación cuentan los médicos que se dedican a estas intervenciones estéticas en Mallorca, por lo que aconseja consultarlo antes de someterse a una intervención de este tipo.