La tan publicitada recuperación económica y el tirón de temporadas turísticas de récord no han variado el número de personas sin techo en la isla. "Los datos se mantienen", coinciden en señalar la coordinadora de los programas de Cruz Roja de atención a personas sin hogar, Marga Plaza, y el educador social Tomeu Miralles.

Los últimos datos oficiales que manejan son de 2015, recopilados por la Unitat Mòbil d'Emergència Social, titularidad del IMAS y gestionado por Cruz Roja. A lo largo de ese año, fueron atendidas 1.194 personas en la calle, de las cuales 364 dormían de forma permanente en la vía publica.

Otras 668 alternaban estancias temporales en centros de acogida con breves temporadas en la vía pública. Mientras, fueron detectados otras 163 personas atendidas por el servicio ante la previsión de que pudiesen quedarse en situación de calle permanentemente. Se trata de unos datos que se actualizarán el próximo jueves, con el recuento que realizará la Unitat Mòbil con la ayuda de 200 voluntarios.

A la hora de trazar un perfil de los sin techo, reconocen que la variedad de casos hace que éste sea muy "heterogéneo". Con todo, sí que hay un predominio de personas en una franja de edad entre los 40 y los 60 años.

La mayoría, además, se caracteriza por tener rotos los vínculos con la sociedad y la familia.