"En España existe un vacío legal y, por ejemplo, a un médico de familia nadie le puede impedir hacer un trasplante del corazón, legalmente no pueden impedírselo. Basta con que obtenga el consentimiento informado del paciente. Y si esto es así con una intervención de esta complejidad, imagínate lo que pasará con una liposucción", se indigna Antoni Ruiz.

Este cirujano plástico cuenta con la titulación oficial y, junto con otros doce colegas de especialidad, está en vías de constituir la sociedad balear de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética para velar por los intereses de esta especialidad y combatir el intrusismo que, no duda en denunciar, es muy habitual en las intervenciones de este tipo que se realizan en Mallorca.

"Hay muchos médicos que se dedican a operaciones estéticas que suscriben pólizas de seguro para afrontar posibles responsabilidades civiles subsidiarias asegurando que cuentan con la titulación de cirujano plástico sin tenerla en realidad", denuncia este profesional.

De la misma manera, Ruiz deplora que la mayoría de los grandes centros sanitarios privados de la isla alquilan sus instalaciones y sus quirófanos para que estos profesionales sin la titulación oficial puedan realizar los aumentos de mama y las liposucciones que deseen con total impunidad.

"Hay un claro caso de intrusismo en este campo propiciado por el vacío legal existente en España", denuncia este cirujano, que recuerda que la liposucción no es una intervención para adelgazar, sino únicamente para extraer acumulaciones de grasa localizadas en el cuerpo.

Personación del Govern

El Lobby de Dones pidió ayer al Govern que se persone como acusación en el proceso abierto por la muerte de Fatima K. C. tras someterse a una liposucción en una clínica privada de Palma. La portavoz del Govern, Pilar Costa, avanzó que el Ejecutivo autonómico colaborará con la justicia para esclarecer esta muerte pero se negó a pronunciarse sobre la petición del Lobby de Dones.