El Govern aprobó ayer el inicio del procedimiento para ampliar las zonas de especial protección para aves (ZEPA) de Balears y declarar otras ocho nuevas, así como dar también esta protección al Lloc Interès Comunitari (LIC) de Randa. Todo ello se traducirá en 11.775 hectáreas más de zonas ZEPA en las islas, que se sumarán a las 138.710 hectáreas actuales.

En el caso de Mallorca, las nuevas ZEPA se ubicarán en la Costa Nord-Oest, Maristany, el Pla de Vilafranca, el Pla des Blanquer y Son Real, además del LIC de Randa. Junto a ello, se ampliarán las ZEPA de sa Costera y la Marina de Llucmajor. En Eivissa se incluirán en esta protección para aves la isla de Calders y Cala Salda y en Formentera, Punta Prima. Las zonas ZEPA son una figura de la UE para la conservación de las aves migratorias o sedentarias y cada una se crea para determinadas especies, de tal modo que en estas áreas no pueden desarrollarse actividades que sean incompatibles con su conservación.

En el caso de las acordadas ayer por el Govern, los criterios generales responden a la necesidad de completar la cobertura para las especies más amenazadas y escasas de la Comunidad Autónoma, según explicó el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal. En concreto, mencionó el caso del 'virot petit', considerada una de las especies más amenazadas de Europa; el águila pescadora, el rapaz más escaso de España; el 'voltor' negro, la gaviota roja y el 'corb marí', calificadas como vulnerables, y el aguilucho cenicienta, muy escaso en Mallorca. Asimismo, la medida del Govern se debe al compromiso con la UE de calificar como ZEPA las zonas de reproducción de la reintroducida águila coabarrada.

Además, se pretende completar la red de ZEPA con la protección efectiva de las zonas agrícolas de mayor interés ornitológico, ya que "la avifauna ligada a los usos agrarios es precisamente la que tiene una recesión más general en el ámbito europeo", lo que aconseja actuar en la protección de estos agrosistemas. Esto implica el estímulo al mantenimiento de las prácticas agrarias, un criterio que ha sido determinante para la creación de las ZEPA del Pla de Vilafranca y el Pla des Blanquer.

Vidal sostuvo que las 11.775 hectáreas más de zonas ZEPA no supondrán ninguna "amenaza" para agricultores y cazadores y afirmó que es "falso" que los agricultores no puedan cambiar sus cultivos si se encuentran en una de estas áreas de protección. "Ha habido malentendidos", dijo el responsable de Medio Ambiente quien insistió en que la ZEPA no comporta limitaciones a los usos tradicionales del territorio, en concreto los agrarios, forestales y cinegéticos. Recordó que ya han pasado ocho años desde la ultima revisión de estas zonas en Balears y que en este tiempo la situación de algunas especies "ha cambiado mucho".

El acuerdo adoptado ayer ha de enviarse ahora al ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente para que lo comunique a la Comisión Europea, notificarlo a las administraciones afectadas y someterlo a información pública antes de los informes finales para la aprobación definitiva por parte del Govern.