Prácticas más largas, más exigentes (la inmensa mayoría de estudiantes de magisterio las aprueban), con unos criterios de evaluación claros y un sistema de acreditación muy estricto a la hora de seleccionar a qué colegios irán los futuros maestros a hacer el practicum: esas son algunas de las mejoras que los docentes entrevistados creen que se deberían acometer para mejorar la formación de los profesores del futuro.

La mayoría de entrevistados han coincidido en señalar la necesidad de mejorar la conexión entre lo que se estudia en la facultad y lo que pasa en las escuelas. En este sentido, consideran que los planes de estudios necesitarían más créditos dedicados a los conocimientos didácticos y a la formación práctica en las escuelas y no tanto a los conocimientos estrictamente disciplinarios: "La práctica docente en contextos reales debería ser el punto de partida de los contenidos de las asignaturas", concluyen.

Las entrevistas realizadas por el departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación han incluido a los profesores del grado de Educación Primaria y también a los maestros coordinadores en los centros donde se hacen las prácticas.

Los autores del dossier han visto que en algunos aspectos hay diferencias entre las respuestas de un grupo y las del otro. Por ejemplo, los profesores de la UIB están más de acuerdo con la idea de que hay una excesiva oferta formativa de estudios del grado de Educación Primaria y un exceso de alumnos que los coordinadores.

Los maestros coordinadores son más partidarios de valorar, e incluso de exigir, que los formadores de los maestros tengan experiencia docente en las aulas de Primaria. También defienden que los profesores universitarios pasen de tanto en cuanto temporadas en algún colegio. Asimismo, apuestan por que las prácticas empiecen ya el primer curso.