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Entrevista

Miguel Sebastián Gascón: "Fusionar bancos dará problemas: concentra el poder en pocas manos"

Sebastián anima a los empresarios turísticos a aliarse con los innovadores tecnológicos para mantener el liderazgo

Miguel Sebastián, ayer, antes del debate celebrado en el hotel Barceló Albatros. m. mielniezuk

El futuro del turismo es la calidad, no la acumulación de clientes. El futuro de las islas pasa por internacionalizar sus pequeñas empresas. Y el futuro de la economía requiere más fusiones tecnológicas que financieras. Todas esas ideas las expuso ayer Miguel Sebastián, doctor en Economía y ministro de Turismo en el último Gobierno Zapatero, que analizó con Diario de Mallorca algunos de los retos que afrontará Mallorca. Después, se dirigió a los cien empresarios que abarrotaron el hotel Barceló Albatros de Illetas, invitados a una nueva edición de ´Diálogos para el Desarrollo´, en la que también participó el catedrático José María O´Kean.

-Los sucesivos récords de viajeros y la presión turística vivida en los últimos veranos hacen que en Mallorca se haya abierto el debate sobre el exceso de turismo. Surgen en él conceptos como el de "turismofobia", es decir, el rechazo de parte la población residente al exceso de viajeros. Incluso en las empresas turísticas se advierte de que no podemos seguir creciendo por volumen de turistas, que hay que apostar por la calidad, no por la saturación. ¿Cuál es su análisis?

-Partimos de que el turismo es nuestro petróleo, por así decirlo. Nuestra gran fuente de riqueza. Sobre todo en las islas, donde es clave por su impacto directo, pero también por lo que supone para los demás sectores. Yo no creo que estemos en situación de saturación, pero sí estoy convencido de que lo que nos toca es trabajar por el lado de los ingresos, atrayendo con calidad un turismo que paga más precio. No me gusta la idea de "saturación", es derrotista, como decir que no hay nada que hacer para mejorar como economía turística. Y afrontamos retos apasionantes como el brexit.

-La semana pasada se hacía público un informe del Gobierno sobre el brexit, en el que venían a decir que en Balears las vamos a pasar canutas por la salida del Reino Unido de la UE. En cambio en las islas no se percibe eso, ni siquiera en las empresas de las zonas más dependientes del Reino Unido. ¿Qué impacto teme usted?

-Pues yo soy bastante más optimista que casi todos. El análisis que hace la gente es: hay brexit, y como aquí vienen muchos británicos y nuestra economía es dependiente del turismo, pues Balears se verá muy afectada. No lo veo así. Primero, porque no tengo claro que el brexit se vaya a producir. Segundo, porque creo que si lo hay, será un brexit soft, blando. Y en tercer lugar: el impacto del brexit ya lo hemos tenido. ¿Cuál ha sido? Pues el derivado de la caída de la libra frente al euro. Eso ha encarecido nuestro turismo para los clientes del Reino Unido, pero es que la libra también ha caído frente al dólar, con lo que los destinos alternativos han sufrido el mismo problema. Dominicana, el Caribe, Turquía se han encarecido incluso más, porque el euro ha bajado frente al dólar. Con lo que el brexit no ha tenido casi impacto, y el que ha tenido ha sido mayor en destinos competidores, donde sufrirán más si de verdad hay brexit.

-En Mallorca muchos leen el brexit como oportunidad: perdemos los turistas más sensibles al precio, que son justo los que menos les interesan a unas islas que han invertido miles de millones en mejorar la calidad...

-El brexit afecta a quien tenga un problema de competitividad y aquí eso no pasa. Y tengo claro que la calidad es el camino: hay que continuar invirtiendo en mejorar.

"Si de verdad hay ´brexit´, nuestros competidores turísticos sufrirán más, por la caída de la libra frente al dólar"

-Ya hemos renovado el grueso de los hoteles y el resto del turismo está actualizando su oferta. ¿Cómo mejoramos a partir de ahí el producto turístico que mejor se está vendiendo, Mallorca?

-Hay que buscar una alianza con las nuevas tecnologías, para pasar de un modelo de paquetes turísticos a otro basado en vender experiencias personalizadas. Y para eso hacen falta las tecnologías, el big data. Y en las islas hay que apostar claramente por el coche eléctrico, que, unido a energías renovables, te hace atractivo en un mundo con sensibilidad ambiental creciente.

-Llevamos décadas hablando de diversificar la economía, pero parece más un discurso que una estrategia. Usted estuvo al frente del Ministerio de Turismo e Industria, buscando la diversificación. ¿Ese cambio de modelo es posible o es un eslogan político?

-Nosotros lo pusimos en marcha, hicimos fuertes inversiones en infraestructuras, y planificamos más, para impulsar un turismo con más ingresos. Ahí tiene la Platja de Palma, las inversiones que dejamos en marcha, que luego ya ve lo que pasó, que está donde la dejamos€

-Sí, sí, y Rajoy canceló las inversiones en Platja de Palma. Cientos de millones, si quiere. Pero seguimos hablando de inversiones en turismo. ¿Qué hay de esa diversificación? ¿Hay algo fuera del turismo en el futuro de las islas?

-Por supuesto. El 54% de las exportaciones de bienes que se hacen en estas islas las hacen cinco empresas, con lo que fuera del turismo, hay mucho por crecer para exportar. Es un reto pendiente: debemos lograr que nuestras empresas se conviertan en exportadoras. Y para eso es clave el sector financiero, que los tenemos hoy aquí [Cajamar Caja Rural patrocinaba el evento de ayer]. Tienen que ayudar a internacionalizar, sobre todo a las pymes.

-El miércoles se anunció la fusión de Bankia y BMN, los dos bancos que agruparon a Sa Nostra y otra decena de cajas fallidas. ¿Podemos decir que se resuelve al fin la crisis financiera de 2008?

-No, no estará resuelta hasta que eso se privatice y el Estado recupere las ayudas de los contribuyentes (24.000 millones de inyección a Bankia y BMN). No sé si se ha hecho de la necesidad virtud y a falta de ofertas razonables se ha optado por esta fusión, o es que solo sabemos apostar siempre por la misma solución: ganar tamaño. Ese modelo es discutible y dará problemas. Aún estamos hablamos de más fusiones. ¿Surge un problema? Pues, nada, bancos más grandes. Y acabamos concentrando el poder financiero en muy pocas manos.

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