El Govern cerró el pasado año gastando 270 millones más que los ingresados. Pese a ello, el déficit registrado fue del 0,5% del producto interior bruto (PIB) del archipiélago, el más bajo de la historia de la Comunitat Autònoma, lo que supone que se cumple el límite fijado por el ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro, que permitía llegar hasta el 0,7%. ¿La clave de estos resultados? En buena medida, que la economía balear está creciendo más de lo esperado, lo que está inyectado a las arcas autonómicas más dinero del inicialmente previsto

Los resultados provisionales del pasado ejercicio, el primero gestionado íntegramente por el actual Govern, fueron presentados ayer por la consellera de Hacienda, Catalina Cladera, y por el director general de Presupuestos, Joan Carrió, y suponen el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria, ya que además de haber situado el déficit en el citado 0,5%, colocan la deuda autonómica en 8.600 millones de euros, es decir, el 30,6% del PIB de las islas, y el pago a proveedores se da en un plazo medio de 41 días, frente a los 60 de límite exigido, un tiempo que durante los primeros meses de este año se ha recortado hasta los 29 días.

Según la consellera, estas cifras demuestran que es posible apostar por una política que ha impulsado el gasto social (en ámbitos como la sanidad, la educación o el empleo) y mantener el rigor en la ejecución presupuestaria.

Como se ha indicado, la bonanza económica por la que atraviesa Balears, con un crecimiento del 4,1% durante el pasado año (la tasa más alta de este siglo), ha ayudado a que el Ejecutivo autonómico haya cerrado sus cuentas dentro de los límites marcados, ya que si los ingresos no financieros han aumentado un 9% en relación a 2015, hasta alcanzar los 3.263 millones de euros, los gastos no financieros (es decir, los que no incluyen el pago a los bancos) solo han subido un 2,3% y se han situado en los 3.533 millones de euros. Este desfase se sitúa, en números absolutos, en niveles similares a los de 2007, antes de iniciarse la crisis.

Evolución de los ingresos

Volvamos a los ingresos: la práctica totalidad de sus capítulos se han cerrado con incrementos en relación a 2015. Los impuestos cedidos (de los que destaca el de transmisiones patrimoniales, muy vinculado a la actividad económica) han permitido recaudar casi 767 millones de euros durante 2016, es decir, un 16,2% más que en el ejercicio anterior; los tributos propios (de los que forma parte la nueva ecotasa) han aumentado un 41,8% hasta sumar 115,3 millones; y la financiación autonómica ha alcanzado los 2.187,1 millones, con un alza del 8%, por citar algunos ejemplos.

Sin embargo, la comparecencia de ayer también sirvió para dejar caer algún reproche: si el Estado hubiera ingresado la parte de los grandes impuestos que le corresponde a Balears (como el IVA, el IRPF o el de Sociedades) con un incremento similar al de la recaudación que se ha dado en las islas, la Comunitat Autònoma hubiera podido disponer de otros 150 millones de euros adicionales, que hubieran servido o bien para reducir aún más el déficit, o principalmente, según se reconoció, para haber podido gastar algo más.

Este dato sirvió a la consellera Cladera para volver a reclamar un sistema de financiación más justo para el archipiélago, cuya revisión del modelo actual sigue siendo una asignatura pendiente desde 2014, aunque se valoró el hecho de que por fin este tema se haya puesto sobre la mesa por parte del Gobierno central.

También han aumentado las aportaciones del Estado en relación a la conferencia sectorial de trabajo y a la de cohesión sanitaria, pero por contra las procedentes de la Unión Europea están en niveles mínimos debido a la penalización que se aplica sobre las islas por no haber justificado adecuadamente el uso de algunos de sus fondos (una polémica que ha afectado, por ejemplo, a patronales y sindicatos).

Los gastos

Por lo que respecta a los gastos, la consellera recordó que el 76% del presupuesto autonómico del pasado año se vinculó a políticas sociales, con casi 1.508 millones de euros para sanidad o los 856,3 millones para educación.

El capítulo con mayores desembolsos ha sido el de personal, y en este sentido se destacó el refuerzo que se ha registrado en el número de efectivos sanitarios, del 2,2%, o el hecho de que el personal docente público se encuentre ahora en máximos históricos.