La dirección general de Consumo impuso sanciones por valor de 747.631 euros el pasado año, más de cien mil euros por encima de las multas libradas un año antes, cuando se impusieron penalizaciones por valor de 628.794 euros, reveló ayer el director general de Consumo, Francesc Dalmau, que detalló que, del total de las sanciones, 469.865 euros procedieron de reclamaciones de consumidores y 209.415 euros fueron a consecuencia de las inspecciones que impulsa su departamento.

Y eso que la dirección general tan solo dispone de 9 inspectores para toda la comunidad, siete de ellos en Mallorca, uno en Eivissa y otro en Menorca. "Si contáramos con más inspectores, la recaudación sin duda aumentaría", se comprometió Dalmau. Preguntado por el hecho de que Formentera no cuente con ningún inspector, el responsable lo justificó en el hecho de que en esta isla la temporada turística es muy estacional y a lo que sí se comprometió es a aumentar el número de inspectores en Eivissa, zona donde se generan muchas quejas en temporada alta.

"Los dos últimos años ya hemos enviado inspectores de Mallorca a reforzar el servicio en Eivissa. Y para este ejercicio nos comprometemos a que en la pitiüsa mayor haya por lo menos dos inspectores", adelantó Francesc Dalmau.

Por sectores, el más sancionado fue el de telefonía móvil con 25.500 euros, seguido del de alquiler de vehículos, con 23.700 euros, y del de las tiendas multiprecio, con la misma cantidad. Asimismo, el año pasado se ingresaron un total de 68.350 euros por pronto pago en el que las empresas se beneficiaron de descuentos en las multas.

Dalmau concluyó la presentación de la memoria animando a la ciudadanía a reclamar como mejor vía "para ayudar a luchar contra las prácticas abusivas y desleales de algunas empresas".