El final a trece años de contratiempos y controversia se acerca: el sábado 1 de abril se celebrará la inaguración oficial tanto del Palacio de Congresos de Palma como de su hotel anexo. Lo anunciaba ayer oficialmente el grupo Meliá en un comunicado en el que se comprometen a hacer realidad la fecha de apertura prometida hace ya tres meses por su vicepresidente ejecutivo y consejero delegado, Gabriel Escarrer. La cadena explicaba además que el complejo está bajo su control desde el pasado día 3, momento en el que lo recibieron del Ayuntamiento y emprendieron una carrera a ritmo "frenético" para tener el palacio operativo en la fecha prevista.

Aunque llevan mucho más que unos días trabajando en él. Han estado casi tres años diseñando y adaptando la estrategia para explotar la infraestructura, y eso que el concurso no recayó sobre ellos hasta noviembre de 2016. Ahora, y tras incorporar a todos sus directivos y coordinadores para el hotel y el palacio, están completando la plantilla y avanzan con los trabajos para adaptarlo a los estándares de calidad de Meliá. A partir de ahí, el objetivo que enuncia el propio Escarrer es claro: quiere convertir el Palacio de Congresos de Palma "en el mejor del Mediterráneo", para hacer de Mallorca uno de los 50 destinos de convenciones más atractivos del mundo.