El servicio de control de mercado de la dirección general de Consumo retiró el año pasado un total de 52.890 productos por su peligrosidad e inmovilizó otras 26.268 unidades tras realizar un total de 3.322 actuaciones en las que decretó 115 medidas cautelares. Dalmau resaltó que su departamento notificó un total de 50 avisos a la Red de Alerta nacional que avisa de la presencia de productos potencialmente peligrosos en el mercado. Estas 50 alertas notificadas, de las que 35 correspondieron a juguetes, situaron a Balears como la cuarta comunidad que más productos denunció tras Madrid, Cataluña y Galicia, se congratuló el director general.