El Govern considera "necesaria" una actuación restrictiva en suelo rústico. Cree que el Consell de Mallorca debe tomar medidas para frenar la construcción masiva que está experimentando el campo mallorquín a consecuencia del boom del alquiler turístico. Tal y como publicó ayer este periódico, el alquiler vacacional ha disparado en un solo año un 45% las obras de construcción y ampliación en el suelo rústico de Mallorca. Se trata de obras realizadas con la clara finalidad de destinar los inmuebles a la actividad turística.

El vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, ha explicado en diversas ocasiones que "el principal problema del suelo rústico en Mallorca en estos momentos no son las nuevas autorizaciones para el alquiler turístico, son las nuevas licencias de construcción". Desde el Govern no quieren hablar de moratoria, pero sí que hablan de actuación restrictiva para controlar la edificación. En todo caso, apuntan, es una cuestión que debe analizarse de manera minuciosa por parte del departamento de Territorio.

Hay que recordar que las competencias en ordenación del territorio son del Consell de Mallorca. Por este motivo, la institución insular está elaborando el llamado Plan Integral de Ámbitos Turísticos (PIAT) donde definirá las zonas, tanto en suelo urbano como en rústico, en las cuales permitirá la actividad del alquiler vacacional. En este sentido, desde el Consell de Mallorca ya han apuntado que en algunas comarcas, como es el caso de la zona norte y el sur de Mallorca, sería conveniente restringir el alquiler turístico en suelo rústico.

La organización ecologista GOB ya ha solicitado directamente una moratoria de la construcción en suelo rústico al entender que la avalancha de licencias que están concediendo los ayuntamientos y el Consell de Mallorca es "desmesurada". Los ecologistas, al igual que las instituciones, consideran que un incremento de unas 400 licencias en un solo año en suelo rústico demuestra que la construcción en el campo mallorquín precisa de una regulación urgente.