Bartolomé Cursach, el magnate del ocio nocturno encarcelado por prácticas corruptas, seguía una estrategia para controlar este negocio y sobre todo terminar con la competencia.

Para esta afirmación el juez se basa en el contundente testimonio de varios empresarios, que aseguran que estas dos asociaciones, sobre todo Acotur, habrían actuado en su contra para favorecer los intereses del magnate del ocio nocturno. De hecho, se señala que es Cursach el principal financiador de esas asociaciones.

Level

Uno de los testigos contó a los investigadores que el Grupo Cursach se aprovechó de su delicada situación económica para proponerle que presentara denuncias falsas contra la discoteca Level. Llegó a cobrar hasta 3.000 euros para limitarse a poner su nombre en las denuncias que se formulaban, tanto ante la Policía Local como ante el Ayuntamiento. Escritos que no redactaba él, puesto que ha reconocido que se limitaba a firmarlos. Cuando este testigo -que es un empresario que también abrió un negocio en el Paseo Marítimo y tuvo que cerrarlo como consecuencia del acoso policial que sufrió después- se arrepintió de lo que estaba haciendo, le ofrecieron otros 5.000 euros que no aceptó.

Estas denuncias se referían siempre a la misma discoteca, ubicada frente a Tito's, propiedad de Cursach. Este local nocturno fue constantemente denunciado, bien por presencia de ticketeros o por exceso de ruidos. Y estas inspecciones provocaron, además de multas económicas importantes, una orden de clausura. La Policía Local, según han declarado varios testimonios relacionados con el negocio del ocio nocturno, acudía constantemente a esta discoteca, mientras que casi nunca la hacía en la de Cursach, a pesar de que disponía de muchos más ticketeros trabajando en la calle que los que autoriza la normativa municipal. En una ocasión la Policía Local justificó una inspección porque había recibido una queja de un turista que se hospedaba en un hotel ubicado a 500 metros de distancia. Cuando el agente acudió comprobó que la música apenas se detectaba desde la puerta de la discoteca.

Precisamente, la asociación balear de salas de fiesta, que preside Jesús Sánchez, ha sido la única agrupación que ha tomado partido a favor de Cursach, al tiempo que ha atacado las informaciones en prensa. Sánchez rechaza las acusaciones que se formulan contra Cursach y ha declarado que "pondría una mano en el fuego" para defenderle.