Balti Picornell, que hoy ha echado a la prensa del Parlament y ha obligado a apagar las señales de televisión y radio de la cámara para debatir una moción sobre Álvaro Gijón, ha aplicado "el tenor literal del artículo 68.1" tras consultar con los servicios jurídicos, que han proporcionado diferentes interpretaciones posibles de dicho artículo.

Así lo ha explicado el propio Parlament en un nota de prensa, en la que el presidente de la institución asegura, sin embargo, no estar de acuerdo con este punto en concreto, porque implica que se pueden debatir cuestiones a puerta cerrada, como discutir sanciones que se les aplican a los diputados o aspectos que supuestamente afecten al decoro de un miembro de la cámara.

Picornell reitera que ha aplicado estrictamente el reglamento, como anunció que haría desde que fue nombrado presidente, "lo que no quita la convicción de que todos los debates y decisiones que se tomen en esta cámara deben ser públicos y transparentes", señala.

Además, afirma que una ponencia trabajando artículo por artículo para modificar el reglamento. "En días como hoy se ha hecho más que patente que es muy necesario adecuarlo a los objetivos de transparencia, para que en el siglo XXI no se entiende que ningún debate ni decisión se sustraigan a la soberanía popular", añade Picornell.