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Alquiler turístico

El debate de poner coto al campo

Los ecologistas exigen una moratoria y el Govern quiere que Madrid regule los arrendamientos

Protesta del GOB ante la conselleria de Turismo contra la reforma del alquiler vacacional promovida por el Govern. GOB

Las cifras de la avalancha de construcción en suelo rústico se solapan con la saturación turística que vive Mallorca y que desde los grupos ecologistas están reclamando poner freno. El GOB se plantó en la feria turística ITB de Berlín para explicar los efectos nocivos de la saturación turística. Al mismo tiempo, reclaman a las instituciones una moratoria en la construcción en suelo rústico.

Por su parte, el Govern también es consciente de la situación, pero no se atreve a proclamarlo a los cuatro vientos para no pisar callos en el principal motor económico de las islas. No obstante, sabe que uno de los principales motivos de esta saturación turística es el alquiler vacacional. Por este motivo, también en Berlín, la presidenta del Govern, Francina Armengol, pidió al ministro de Turismo, Álvaro Nadal, que el Gobierno regule la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) para declarar turísticos los contratos de alquiler de menos de un mes de duración.

Tanto Govern como ecologistas coinciden en el fondo, pero no en la forma. Saben que es preciso poner coto, especialmente en el suelo rústico donde, a excepción de Palma, es donde se desarrolla esta actividad en el resto de Mallorca. Una actividad que, según todas las cifras, es la causante de la avalancha de construcción que está sufriendo el suelo rústico mallorquín.

El grupo ecologista GOB se unió con un lobby ecologista de acción mundial, el Global Nature Fund, para lanzar durante la ITB una campaña con la que pretendía denunciar en Alemania los efectos negativos que los excesos turísticos están teniendo sobre las islas. En su ofensiva hablaron de problemas de depuración de agua, presión excesiva sobre espacios naturales, "invasión de coches de alquiler" o daños irreversibles en los fondos marinos, por la masificación de las playas y los fondeos incontrolados.

El pasado viernes lanzaron una nueva ofensiva. En este caso encaminada a reclamar una moratoria urbanística para la construcción en suelo rústico. El GOB ya pidió hace unos meses una moratoria de nuevas licencias de viviendas turísticas en suelo rústico. "El Govern no nos ha hecho ningún caso y ahora sabemos que en el Consell de Mallorca las peticiones de cédulas de habitabilidad y nuevas licencias en el suelo rústico se ha disparado alcanzando datos de antes de la crisis inmobiliaria", aseguraron desde la entidad ecologista. El GOB insistió en que la preservación del suelo rústico es un "tema urgente" que se debe impulsar ya con la revisión del Plan Territorial de Mallorca.

Zonificación turística

Por otra parte, el Consell de Mallorca será el organismo encargado de definir las zonas donde se podrá desarrollar el arrendamiento vacacional. Sobre esta cuestión, la consellera de Territorio, Mercedes Garrido, ya habló en su momento de restringir la actividad turística en suelo rústico en muchos municipios de Mallorca, especialmente en los de la zona norte, donde el campo alberga el 90% de su oferta de vivienda vacacional.

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