Un tribunal de Palma ha declarado la paternidad de un hombre sobre sus dos hijas y esta decisión se ha adoptado 25 años después de su muerte. Se trata de un taxista, nacido en Muro, que falleció en al año 1991 y que mantuvo durante años una doble vida familiar. Por una parte, cuidaba de su mujer y de los tres hijos de este matrimonio y, mientras tanto, nunca perdió el contacto con sus otras dos hijas nacidas de una relación extramatrimonial. Sin embargo, nunca las reconoció públicamente.

La demanda que ha sido resuelta por la Audiencia refleja el enfrentamiento que mantienen en estos momentos los descendientes de este taxista. Las tres hijos reconocidos no quieren saber nada de sus hermanastras. De hecho, han intentado por todos los medios que no se realizara una prueba científica, como sería analizar unos restos de ADN, para determinar si exista una relación familiar entre ellos. Al no existir esta prueba científica, los jueces han tenido que analizar otras circunstancias, pero han llegado a la conclusión de que, en efecto, el hombre es el padre biológico de las dos mujeres que reclamaron judicialmente que se les reconociera dicha filiación.

Estas dos hermanas, que son gemelas, tienen en estos momentos 51 años de edad y viven en Palma. Nacieron tras la relación que nunca se hizo pública entre su madre, natural de sa Pobla, y un hombre algo más joven que ella, que nació en Muro. La madre de las gemelas murió en el año 1994, tres años después de que lo hiciera el padre de sus hijas. En la anotación del registro civil nunca se anotó el nombre del padre de las dos hermanas. Se anotó la identidad de un varón, que correspondía a la de su abuelo. Fueron educadas y criadas en solitario por su madre, que nunca desveló el nombre del padre.

Este taxista falleció en el mes de diciembre de 1991 en Palma, como consecuencia de un fallo respiratorio. Nunca se casó con la madre de las dos gemelas. Lo hizo con otra mujer. El matrimonio tuvo tres hijos. La viuda también se ha negado a reconocer el derecho que reclamaban las otras dos hijas de su esposo. El taxista falleció sin testamento y esta sentencia de la Audiencia, lógicamente, tendrá consecuencias económicas, dado que les concede a las dos hermanas gemelas un derecho sobre la herencia de su padre.

Ambas partes habían intentado llegar a un acuerdo para aclarar las dudas sobre dicha filiación. Acordaron exhumar el cadáver y realizar una prueba de ADN. Sin embargo, el día que se sacó el cadáver de la tumba los tres hijos dijeron que el difunto no correspondía a los restos de su padre. Alegaron que el fallecido llevaba una dentadura postiza y ese cadáver no las llevaba. Sin prueba científica, los jueces han analizado las declaraciones de los testigos que conocían a ambas familias. Varios de ellos dijeron que el taxista acudió muchos años a la casa de la madre de las dos gemelas.