Ahora mismo muchos interinos docentes están reprogramando su vida. Habían planteado un intenso curso de ´codos´ para presentarse a las oposiciones de este verano (las primeras en seis años), aparcando la vida social y familiar, los viajes y las posibles maternidades; pidiendo reducciones de jornada y sacrificando las tardes y los fines de semana para estudiar en casa o ir a clases a una academia preparatoria.
Sabían que había dudas en torno al número de plazas final que saldría y estaban al tanto de que el Gobierno debía autorizar cualquier aumento, pero en octubre vieron que su especialidad aparecía en la primera lista que la conselleria de Educación planteó a los sindicatos y decidieron ir a por todas. De aquella primera propuesta a la lista definitiva que se dio a conocer hace una semana, en Mallorca han ´desaparecido´ una veintena de especialidades.
"Fue un jarro de agua fría", describe Cati Genovart, profesora de matemáticas que se había pedido una reducción de jornada; que ya ha hecho un curso de programaciones didácticas y que ya había hipotecado su tiempo libre y su vida familiar para "ir a muerte" en las oposiciones de julio.
Era realista. Sabía que saldrían muy pocas plazas (Educación solo garantizó las 257 que finalmente saldrán, aunque en enero aún confiaba en lograr aumentarlas hasta 400 u 800) y por eso ella estaba decidida a estudiar todo lo posible para conseguir que alguna fuera suya. Y el pasado viernes todo cambió: "Se me cayó el mundo encima".
"Sin plazo, la gente se relaja"
Sabe que el tiempo invertido no se ha perdido y seguirá estudiando, pero aflojará el ritmo. Esa es la recomendación que hacen las academias preparatorias, que han visto cómo muchos alumnos se desapuntaban al ver que no habría plazas de su especialidad.
Lo señalan por ejemplo desde la academia MAG: "Ha afectado mucho, algunos lo han dejado y hemos reducido el número de grupos, al no tener un plazo, la gente se relaja". Esta preparadora razona que también afecta y "desmotiva" mucho, que se dejen pasar tantos años de una convocatoria de oposiciones a otra. Y que enciman salgan tan pocas plazas provoca que algunos interinos directamente ya renuncien a tratar de luchar por una: "Nosotros recomendamos que aunque haya pocas plazas se presenten, para ver cómo es la prueba y practicar".
Otros interinos, como Felipe H. (prefiere no dar su apellido) que aspiraba a una plaza de Lengua Castellana y Literatura, admiten haberse llevado un chasco, pero intentan darle la vuelta: "¿Frustrado? Sí, pero también aliviado, así tengo un año más para estudiar".
Tanto Felipe como Cati indican que saben que es el Gobierno quien bloquea las plazas y que entienden que el Govern haya priorizado las especialidades que son más difíciles de cubrir (como de talleres de FP o de Alemán, por ejemplo).
"En comunidades como Valencia y Cataluña este curso no se hacen oposiciones y con especialidades como Matemáticas, Inglés, Castellano o Catalán podría haber un efecto llamada", explica Cosme Orell, secretario de Enseñanza Pública del STEI-i, sindicato que lleva toda la semana atendiendo llamadas de interinos con dudas o interinos frustrados (y no muy contentos): "Hay gente que llama enfadadísima". El STEI-i mantiene los cursos preparatorios que tenía programados y lamenta cómo el Gobierno "juega con esto", pero también considera que el Govern "se quiso creer que lograría más plazas" y que "ha tardado mucho en tomar la decisión y publicar la convocatoria". Orell recuerda que normalmente las convocatorias se publican a finales del curso anterior o como mucho a principios del curso vigente: "No en marzo".
Cati y Felipe también creen que los plazos se han apurado al máximo: "Hubiera preferido saber a qué atenerme desde el principio y ya centrarme en el curso que viene", aclara él. Dice ella: "Han sido demasiado cautos y optimistas".
Este fin de semana será el segundo de su nueva vida como ´opositores en pausa´. Al menos podrán disfrutar del buen tiempo.
