La empresa propietaria de la franquicia de la marca Pachá ha decidido dar por terminado el contrato que le unía al empresario Bartolomé Cursach, que utilizaba la popular marca para explotar una discoteca en el Paseo Marítimo de Palma. Esta rescisión responde a las acusaciones que aparecen en el sumario de la mafia policial, en el que aparece implicado el empresario del sector del ocio nocturno, que se encuentra en prisión acusado de graves delitos.

La compañía, en un comunicado que se firma desde Ibiza, se señala que "con respecto a las presunciones legalmente establecidas, se considera que la asociación de la marca a los comportamientos y situaciones acontecidos no son compatibles con el mantenimiento de las relaciones comerciales entre ambas empresas y así se ha notificado fehacientemente a los interesados".

Cursach adquirió hace más de 20 años esta discoteca del Paseo Marítimo y hace más de una década que le puso el nombre de Pachá, tras alcanzar un acuerdo de colaboración con la propiedad de la marca. La decisión unilateral de rescindir el contrato obligará al empresario, que sigue siendo el propietario del inmueble donde se ubica la discoteca, a cambiar el nombre de este negocio.