Una inesperada polémica se ha cruzado en el camino congresual del Partido Popular. José Ramón Bauzá insiste en desafiar a su rival Biel Company para un cara a cara en público, ahora con una fórmula para burlar la prohibición del acto en televisiones y/o radios que ha decretado el núcleo duro del partido.

Ni siquiera en domingo amaina la lucha interna por el poder. El expresidente del PP balear y del Govern aspira a volver al puesto; para ello ve imprescindible un debate con su contrincante. Company, que fue conseller en el último Govern de Bauza, rehúye mantener la confrontación escudándose en la negativa del aparato, que claramente está de parte de este último candidato.

Bauzá sabe que el carácter fuerte y la personalidad vehemente de Company le hacen salirse en muchas ocasiones del discurso de lo políticamente correcto. Al saberse perdedor del próximo congreso -más de dos tercios de la formación están con su adversario-, Bauzá busca apuntalar al máximo sus apoyos y hacer una demostración de fuerza ante la dirección del PP en la calle Génova.

La cúpula del PP balear coincide en que la dialéctica es uno de los puntos flacos de Company, de ahí que nada más lanzar Bauzá su oferta se prestó a vetarla para evitar perjudicar a su favorito, confirman fuentes populares. "Esto es un proceso interno, que no afecta a todos los ciudadanos de Baleares", salió a decir Mauricio Rovira el viernes. El presidente del comité organizador del cónclave del 25 y de marzo dijo que "no es adecuado" que Bauzá y Company se enfrenten públicamente.

Bauzá protesta

"No puedo más que lamentar el impedimento por parte la dirección del partido a la celebración de cualquier debate en medios [de comunicación] entre el compañero Biel Company y un servidor", afirmó ayer a media mañana Bauzá en un comunicado. "Lejos de como se ha dicho, no considero que un cara a cara entre los dos candidatos a la presidencia del Partido Popular de Baleares suponga un riesgo de fractura en las bases, ni que se trate de un asunto ajeno a la ciudadanía", recalcó.

"Es mentira" que tenga miedo a debatir, replicó acto seguido Company a Bauzá. El candidato oficialista niega que se esté escondiendo como le acusa su antiguo jefe, al que una vez más exige "juego limpio"; eso sí, sin concretar a qué se refiere. En declaraciones recogidas por Efe, Company insistió, como ya hiciera el sábado, que si la cúpula ha determinado que los dos candidatos no deben confrontar ideas y programas en los medios de comunicación hay que respetar esa decisión, porque no hacerlo es negativo para el PP. "Estamos en un partido, hay unas normas que tenemos que seguir", se refugiado Company en el argumentario oficial, que él mismo dicta.

Nuevo movimiento

"Ofrezco una alternativa", jugó Bauzá una nueva carta: "Propongo a la dirección del partido y a Biel Company que seamos responsables, valientes y que no tengamos miedo a expresarnos y mostrar nuestras ideas en público". Por ello, el exlíder popular se pone "a disposición para que en la fecha y hora que se estime oportuna los dos candidatos podamos debatir cara a cara en un espacio de gran aforo abierto a afiliados y simpatizantes sobre nuestras propuestas, solventando así el problema aparente de que pueda ser retransmitido en directo por algún medio de comunicación", ironizó José Ramón Bauzá.

De este modo el expresidente del Govern trata de presionar a sus antiguos subordinados para que deban aceptar finalmente un cuerpo a cuerpo de ideas entre los dos aspirantes a dirigir la derecha balear. Bauzá se presenta para impedir el regreso del PP al regionalismo al que lo conduce su oponente. Ahora pone facilidades para la celebración del cara a cara con Company, en una clara estrategia de dejarle retratado en su negativa; a él, y al núcleo duro de la formación que el exconseller de Agricultura controla. Pese a sus esfuerzos, su maniobra difícilmente cuajará.