El presidente de la patronal de coches de alquiler Aevab, Ramón Reus, valora que hoy esté prevista la firma, junto a la Balebal (organización que agrupa a las grandes empresas del ramo) y la Dirección General de Consumo de un código de buenas prácticas que permita hacer frente a los fraudes que se detectan en este sector. El hecho de que los coches sujetos a este código puedan llevar un distintivo diseñado por el Govern tiene como objetivo que los turistas no hagan uso de los que queden fuera de estas reglas del juego. Al no hacer los kilómetros necesarios para luego poder exportarlos como coches usados, se cree que una parte de esa flota optará por no desplazarse a las islas durante el verano.
Los fraudes que desde Consumo se han venido detectando consisten en ofrecer un precio muy bajo por el alquiler del vehículo en los países de origen (puede llegar a ser de tres euros por día) para, al llegar a Balears, encontrarse el cliente con que se le empiezan a sumar recargos de los que no se le habían informado, hasta llegar a situar el precio final en unos 40 eros diarios según lamenta Ramón Reus.
Otro problema es aplicar sobre el turista un recargo ante un daño que el coche presenta cuando realmente no lo ha ocasionado él, penalización que se cobra a través de su tarjeta de crédito cuando ha vuelto ya a su ciudad de residencia, según afirma el presidente de la citada patronal, que valora la creación del citado código para poner coto a estas prácticas.
