La presidenta del Govern, Francina Armengol, pidió ayer en su discurso oficial por el Dia de Balears "una reforma profunda de la Constitución que asegure un Estado social, federal y reconozca la plurinacionalidad de España", así como una reforma del Estatut para "eliminar algunos privilegios", en referencia implícita al aforamiento de los diputados, y "sobre todo avanzar en el blindaje de los derechos básicos de la ciudadanía". Armengol, además, puso a su Govern como ejemplo de la utilización del "autogobierno" para "contrarrestar" las políticas de austeridad y recortes impulsadas desde el Gobierno de Mariano Rajoy.

"Puede parecer una paradoja, pero en un momento en el que el Estado autonómico se encuentra en fase de parálisis o de retroceso, aquí estamos demostrando que el autogobierno tiene más sentido que nunca, más utilidad que nunca", dijo la jefa del Ejecutivo. En este sentido, aseguró que, gracias al autogobierno, su Ejecutivo ha podido "contrarrestar políticas que recortaban derechos y servicios, que buscaban desmantelar lo público, que dejaban desamparados a los más débiles".

Por ello, insistió en la necesidad de "más autogobierno" para Balears, con el fin de responder ante los recortes con "más estado del bienestar", y dejó claro que para conseguirlo la Comunidad Autónoma necesita una "mejor financiación", de tal manera que los ciudadanos de Balears "tengan los mismos derechos y oportunidades que el resto". La presidenta consideró que, ante este reto, no solo es necesario ser "una sociedad moderna o madura" sino especialmente "una sociedad unida".

Recordó que este año se cumplen diez años de la reforma más importante que tuvo el Estatut d'Autonomia balear, la de 2007, por lo que ha transcurrido el tiempo suficiente para saber "qué reformas se siguen necesitando". Para Armengol, "lo que es evidente es que las obligaciones del Estado hacia las islas que marcaba el Estatut no se han cumplido", por lo que hace falta "una reforma profunda de la Constitución" y, "en este marco", una reforma estatutaria.

La jefa del Ejecutivo mostró su "orgullo" por pertenecer a la sociedad balear que "en tiempos inciertos en los que triunfa la demagogia y la soberbia y ganan los que quieren construir muros, la gente sale a la calle para tender la mano". Así, resaltó la movilización exigiendo un cambio en la política de acogida de refugiados, la reacción contra la violencia machista o la exhumación de fosas como las de Porreres con la que Balears "da un paso de gigante para romper la losa del silencio y recuperar la memoria de los que fueron cruelmente asesinados simplemente por defender la democracia". Añadió que la sociedad balear "quiere más y mejor democracia", se "moviliza ante las imposiciones", lucha para "impedir macroproyectos que no persiguen el interés general" y "se indigna, denuncia y merece explicaciones por los casos de corrupción que tanto daño nos han hecho y que aún pagaremos durante muchos años".

Crisis

Aunque el grueso de su intervención se centró en la defensa de un mayor autogobierno, Armengol dedicó una buena parte de su discurso a la situación económica. Resaltó que, si bien Balears vive "un momento de crecimiento económico superior al de la media española" y es una de las comunidades autónomas "donde más se reduce el paro", la riqueza que se está creando "no se está repartiendo lo suficiente". Por ello, insistió en que el "principal objetivo" de su Govern es que el crecimiento económico "se convierta en más bienestar para todos, se reduzcan las desigualdades y podamos disminuir la pobreza". Consideró que, si bien las islas avanzan en ese camino, no se está logrando "al ritmo ni con el alcance deseado". Por ello, sostuvo que "ha llegado el momento de exigir que cambien las reglas del mercado laboral para conseguir mejores condiciones de trabajo".

Armengol resaltó, en referencia al Gobierno central, que "la crisis ha servido de excusa para desarrollar políticas que no tenían nada que ver con la solución del problema económico", como "recortar derechos", ampliar la "desigualdad social" o "incumplir con el reparto de competencias". La "excusa de la austeridad tuvo consecuencias que todavía duran", dijo Armengol quien afirmó que "la crisis ha agravado los problemas de los más débiles", que han sido los "más perjudicados" por los recortes. "Romper estas desigualdades e injusticias seguirá siendo la prioridad del Govern que presido", añadió la presidenta quien sostuvo que su Ejecutivo ha actuado "desde el primer momento" para conseguirlo.

Armengol concluyó su discurso con una llamada a la unidad de toda la sociedad balear. "Nuestro papel en España, en el Mediterráneo, en el mundo, será el que nosotros queramos si sabemos unir esfuerzos", afirmó. "Estamos en un momento apasionante en lo que todo es posible, si lo desperdiciamos nos lo reprocharán las próximas generaciones", advirtió como mensaje final.