-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿Les habla el vicepresidente de Biel Company?"

-No. Company me ofreció ser el coordinador general de campaña. Le dije que sería su amo de casa. Tengo las competencias que quiera cogerme, y diseño las estrategias para que Company llegue a presidente del PP.

-¿Por qué va de acompañante, si podría ser titular?

­-Debo ser un rara avis. Disfruto de ser alcalde de Petra, donde renuncié a la dedicación exclusiva, y no me veo de conseller. Tengo empresas familiares que reflotar para no depender de un sueldo.

-¿El president del PP ha de aspirar al Govern?

-Tradicionalmente en el PP, quien mejor resultado obtenga en el partido ha de aspirar a president en 2019.

-Rajoy querría a María Salom de candidata.

-Una no puede serlo todo.

-Bauzá asegura que tiene cargas de profundidad contra Company, ¿y contra usted?

-Que las saque, pero contra mí no puede tener ninguna. No ha de amenazar, sino demostrarlo. Es de muy mala persona guardar dosieres, y quiero pensar que nadie lo ha hecho.

-¿Cualquier cosa con tal de evitar el retorno de Bauzá?

-Tenemos percepciones de la realidad diferentes, y este año hemos de emprender un rumbo distinto al de Bauzá. Su peso en el congreso del PP será muy reducido.

­-Bauzá le jura odio eterno cuando usted no coloca a uno de sus amigos.

-Tomé las decisiones en cada ocasión, y Bauzá nunca me dijo eso. Los planes que ejecuté en la conselleria no fueron cómodos para él en algunos momentos.

-¿Cómo fue la conversación de las listas?

-Después de siete minutos de explicaciones, Bauzá me ofreció el puesto número 25 en la lista autonómica. Le respondí que pensaba presentarme en Petra, y que empleara mi plaza vacía para hacer feliz a otro. Tampoco hubiera aceptado ir de tres, porque entonces no hubiera ganado en mi pueblo.

-Los votantes del PP consideramos a Company tan peligroso como Bauzá.

­-Pues yo debo tener el mismo peligro.

-Company carece de 'seny'.

-Lo que Company tiene que pulir, ya lo está puliendo. No es lo mismo conseller que president.

-¿Cuándo jubilarán al abuelo Cañellas?

-Ya está jubilado. ¿Qué quiere usted, que lo jubilemos o que lo matemos? Cañellas ha dicho delante de mí que no quiere influir. Hablamos por última vez hace tres semanas, y no de mi papel.

-¿Cañellas le ha indicado que usted debía ser el candidato?

­-(Sonríe). Siempre he dejado claro que no me veo, y no doy pie. Tengo superada la vanidad política.

-Usted no puede vivir ni un día sin vanidad política.

-Puede que fuera así hace cinco años, pero ya no. Es un tema de madurez.

-El tren solo pasa...

-...El tren solo pasa una vez, pero únicamente lo coges si quieres ir a otra estación.

-¿Por qué parece usted chulo en las entrevistas?

-Al ponerme de conseller de Sanidad, la situación era tan complicada que me cambió el carácter, agriándolo bastante. Quien me conoce sabe que he vuelto a ser el que era.

-El PP de Fraga y Aznar no puede ser regionalista.

-El PP balear ha obtenido los mejores resultados con Fraga y Aznar cuanto más regionalista era, y a ellos no les hacía ninguna gracia.

-¿Un militante del PP puede ser del Gob y de la Obra Cultural?

-No soy socio del Gob, pero un votante del PP puede compartir algunos de sus principios sin adherirse al cien por cien de sus tesis.

-Bauzá, Armengol y Sansaloni, demasiados farmacéuticos.

-Y Joan March pero, ¿cuántos abogados hay?, ¿son un lobby?.

-Deme su quiniela para las autonómicas.

-De 25 a 27 diputados para el PP. El PI, Ciudadanos, PSOE y Més se mantienen. Podemos se desinfla.

-Ha querido la foto en su farmacia de la Soledat porque sabe que es un pijo.

-Lo he elegido porque es de lo que vivo, y uno se ha de mostrar tal como es. Si me ponen la etiqueta de pijo, lo respeto, pero que me la pongan otros. Soy como soy.

-Matas me dijo: "Espero que mis amigos me aviséis si me desvío".

-La primera etapa de president de Matas no tiene nada que ver con la segunda, con un endeudamiento brutal por infraestructuras necesarias y por los casos de corrupción. Antes los políticos se creían dioses, hoy a un conseller le gritan "hijo de puta" por la calle. Nuestras acciones nos han llevado al desastre.