Iñaki Urdangarin puede volver a Suiza. Las juezas de la Sección Primera de la Audiencia Provincial han decretado para él libertad provisional, solo limitada por la obligación de comparecer el día 1 de cada mes ante los tribunales de Suiza, su actual país de residencia. El cuñado del Rey deberá además comunicar todo desplazamiento que realice fuera del territorio de la Unión Europea. Urdangarín podrá regresar así al domicilio que comparte en Ginebra con la infanta. Menos movilidad tendrá su socio, Diego Torres, que deberá en cambio permanecer en España: le retiran el pasaporte y le obligan a comparecer ante los tribunales cada mes y comunicar cualquier cambio de residencia, aunque sea temporal.

Las juezas desestiman de este modo la propuesta del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach, que durante la vistilla de medidas cautelares celebrada en la Audiencia Provincial de Palma solicitó prisión provisional para Iñaki Urdangarin, al que daba la posibilidad de eludir la cárcel pagando una fianza de 200.000 euros. Al socio del marido de la infanta, Diego Torres, le reclamaban 100.000 euros. A esa petición se sumó la Abogacía de la Comunidad. A su vez, la Abogacía del Estado ha pedido medidas como embargos, retención de ingresos y similares, pero solo en el caso del socio de Urdangarin, Diego Torres. Todas esas propuestas han sido desestimadas por las juezas Samantha Romero, Rocía Martín y Eleonor Moyá.

El fiscal había defendido las medidas cautelares pedidas con cuatro argumentos. Primero: hay riesgo de fuga tanto de Urdangarin como de Torres. Segundo: las penas son graves, con condenas que suman seis años y tres meses (Urdangarin) y ocho años y medio (Diego Torres). Tercero: concurren circunstancias especiales en estas condenas por corrupción, al tratarse de delitos contra la administración pública. Y cuarto: los hechos que sustentan la sentencias por corrupción están demostrados.

No lo ven así las juezas, que en su auto recalcan que "la conducta observada a los acusados permite a la sala afirmar que el incremento del riesgo de huida puede ser conjurada con la adopción de medidas cautelares menos gravosas". "Estimamos proporcionado al riesgo de fuga inherente a la pena la imposición de la obligación de comparecer el día 1 de cada mes en su lugar de residencia", concluyen las juezas, que permiten así a Urdangarin esperar en Suiza por la decisión del Tribunal Supremo, que de ratificar la condena a seis años y tres meses podría poner al cuñado del Rey camino de prisión.

Urdangarin defiende que no tiene dinero

Antes de eso, las defensas de Urdangarin y Torres se habían opuesto también a la prisión eludible con fianza solicitada por Horrach. Sostuvieron que ni Urdangarin ni Torres tienen intención de eludir la acción de la Justicia, como prueba el hecho de que han atendido todos los requerimientos de los tribunales. Además arguyeron que las penas de la sentencia son bajas, si se toma cada delito por separado. Los abogados aseguraron finalmente que sus clientes no tienen dinero para pagar las fianzas, por lo que se habrían visto obligados a buscar otras fuentes de financiación, al no poder utilizar tampoco el dinero embargado o retenido por la Justicia. Las juezas han estimado sus argumentos y ambos seguirán en libertad.

Las juezas condenaron el vienres al cuñado del Rey a seis años y tres meses de cárcel, por cuatro delitos de corrupción: prevaricación, fraude a la administración y dos fraudes fiscales. Ninguno de esos delitos suma más de cinco años, aunque juntos sí superan esa barrera, que marca una frontera imaginaria a partir de la que los fiscales suelen pedir la entrada inmediata en prisión. De eso mismo hablaba ayer el fiscal superior de Balears, Bartolomé Barceló, que defendió que no concurren los requisitos de riesgo de fuga o evasión de capitales y destrucción de pruebas que justificarían medidas más duras, como el ingreso inmediato en prisión. Metía así Barceló presión tanto a su subordinado, el fiscal Horrach, como a las propias juezas, que han acabado por dejar a Urdangarin libre y sin fianza.

El marido de la infanta regresará a Suiza, donde esperará a que se resuelva el recurso que presentará su abogado ante el Tribunal Supremo. En caso de ratificarse la condena a seis años y tres meses de cárcel por corrupción, el caso volvería a la Sección Primera de la Audiencia de Palma, donde las tres mismas jueces que le condenaron el viernes y hoy le dejaron en libertad sin fianza deberán decidir la ejecución de la sentencia y su entrada en prisión.