El fiscal Horrach todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre si se debe o no presentar un recurso contra la sentencia del caso Nóos. Sin embargo, en estos momentos se decanta por acudir al Tribunal Supremo por cuanto discrepa de muchas de las valoraciones que alcanza el tribunal que, a su juicio, algunas de ellas podrían ser contradictorias.
Anticorrupción reclamaba que los directivos de Nóos debían devolver todo el dinero público que habían recibido, tanto de Valencia como de Balears, porque se había amañado el proceso de contratación. Y el tribunal, a pesar de que reconoce que, en el caso de Balears, se cometió una prevaricación en esta contratación, finalmente entiende que los foros turísticos tuvieron interés y, por tanto, rechaza que se devuelva todo el dinero.
En el caso de Valencia el debate es otro. Horrach mantuvo durante el juicio que las empresas que contrataron a Urdangarin tenían carácter público y, por tanto, debían cumplir la ley de contratación. Sin embargo, el tribunal discrepa, por cuanto entiende que en el momento de ejecutarse esta contratación estas empresas, pese a que su fuente de financiación es en casi su totalidad de origen público, podían administrarse a través del derecho privado. Es decir, no era necesario convocar un concurso público para justificar la contratación de un determinado proyecto, en este caso los foros turísticos que organizaba la empresa de Urdangarin. También discrepa el tribunal, con respecto a la opinión de Horrach, que a Urdangarin se le contratara únicamente por formar parte de la familia del jefe del Estado. Las magistradas concluyen que el principal activo de Urdangarin, no era tanto familiar, sino la solvencia que demostraba como antiguo deportista de elite.
Aunque Horrach apueste por recurrir, la decisión definitiva la debe tomar el fiscal del Supremo.
