Este viernes conoceremos el desenlace de uno de los casos de corrupción más sonados de la historia reciente. Mañana, la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares notificará el fallo de la sentencia del 'caso Nóos', después de ocho meses de estudio y deliberación desde que acabó la vista oral a finales del pasado junio.

El fallo, cuyo contenido se guarda de manera férrea, despejará el futuro de la infanta Cristina, su marido Iñaki Urdangarin, Diego Torres y el expresident del Govern del PP Jaume Matas, que son los principales acusados.

Aunque procesalmente doña Cristina fue la penúltima en ser encausada y únicamente está acusada de dos presuntos delitos fiscales, en calidad de cooperadora necesaria de su esposo, todos los focos de atención están centrados en ella.

Desprestigiada acusación

Samantha Romero, Rocío Martín y Eleonor Moyá, las tres magistradas que, de enero a junio del 2016, juzgaron el caso Nóos, deben condenar o absolver a la hermana del Rey, para la que únicamente pide condena la desprestigiada acusación popular Manos Limpias.

En caso de absolución, una salida que en las quinielas cuenta con mejores pronósticos que la condena, la exduquesa de Palma será presumiblemente declarada responsable civil a título de partícipe lucrativa.

La responsabilidad de la hija del rey Juan Carlos se centraría así solamente en pagar una cantidad de dinero (que ya adelantó durante la instrucción) por los fondos de origen público desviados por su marido y que ella dedicó a gastos privados y familiares.

Pero para que doña Cristina sea considerada responsable civil el tribunal tendrá que condenar antes a Iñaki Urdangarin y Diego Torres, en calidad de promotores, dueños, gestores y responsables del entramado societario Nóos, que desvió varios millones de euros de fondos públicos.

Urdangarin y Torres, que durante el juicio reanudaron su antigua amistad rota antes de que estallara el caso Nóos en 2010, se enfrentan a elevadísimas condenas, que el tribunal puede atenuar.

El cuarto protagonista es el expresident del PP balear Jaume Matas, para el que el fiscal Pedro Horrach solicitó 5 años de cárcel, a pesar de que el también exministro intentó convencer al tribunal que asumía la responsabilidad de los hechos y aportó el dinero de la venta de su palacete de Sant Feliu para devolver al Govern parte del dinero malversado por Nóos.

La defensa de Matas reclamó que a éste se le diera un trato penal similar al resto de acusados mallorquines, que, salvo Juan Carlos Alía, exgerente del Ibatur, tienen garantizado que se librarán de la cárcel por este caso.

Las deliberaciones de las tres magistradas no han sido pacíficas, según ha trascendido.

Han existido importantes diferencias de criterio entre Romero, la ponente del fallo, y sus dos compañeras. Romero pidió en diciembre más semanas liberada de otros asuntos para poder pergeñar una sentencia que se calcula no bajará de los mil folios.

Las discrepancias en el seno del tribunal han obedecido a algún motivo de fondo respecto al fallo sobre algún acusado importante.

En principio no parece que en la sentencia vaya a haber votos particulares de Eleonor Moyá o Rocío Martín. La marejada parece que se recompuso hace algunas semanas cuando trascendió que Romero estaba empantanada con el fallo.

El plazo de la liberación de la ponente acaba a finales de marzo, pero todo parece indicar que Romero no agotará todo ese tiempo.