El centro de salud de s'Escorxador cerrará sus puertas de manera definitiva en cuanto esté finalizado uno nuevo, Bons Aires, que se prevé comenzar a construir en breve dentro del recinto del hospital Psiquiátrico y que también acogerá el servicio de urgencias de Atención Primaria (SUAP) que hoy en día se presta en la vieja infraestructura.

Esta es una de las principales novedades del plan de infraestructuras para este nivel asistencial presentado ayer por el Servei de Salut en un acto al que no se sustrajo la presidenta del Govern, Francina Armengol, que no dejó escapar la oportunidad para recordar la firme apuesta de su Ejecutivo por potenciar la Atención Primaria haciéndola más accesible para los ciudadanos.

Una mejora en la accesibilidad con la que seguramente no estarán de acuerdo un buen número de usuarios de los centros de salud de s'Escorxador y Camp Redó que lamentarán tener que desplazarse hasta el Psiquiátrico para ser visitados por su médico de cabecera o para acudir a los servicios de urgencia de Primaria.

Y es que, tal y como informó el director general del IB-Salut, Juli Fuster, una vez concluido Bons Aires, esta nueva infraestructura también asumirá las tareas asistenciales del centro de salud de Camp Redó, aunque únicamente de manera temporal, mientras se reforman sus caducas instalaciones que ya han cumplido más de tres décadas.

Sesenta mil pacientes

Fuster detalló que las obras del nuevo centro de Bons Aires comenzarán en breve, habló de este mismo año, y que una vez concluido asumirá los 30.269 pacientes actuales de s'Escorxador así como los 28.534 de Camp Redó, aunque sea de manera provisional. En total, unos 60.000 pacientes habituales.

Asimismo, la nueva infraestructura del Psiquiátrico tendrá que atender las 132.895 tarjetas sanitarias que hasta ahora asumía el centro del antiguo matadero municipal en sus labores como servicio de urgencias de Primaria.

Preguntado sobre a cuántos profesionales sanitarios afectará este traslado, Fuster aventuró que serían unos cien trabajadores de todas las categorías, unos cincuenta por cada centro.

Y cuestionado por los motivos de este traslado, el director general señaló dos: El caro alquiler que deben satisfacer cada año por las dependencias de s'Escorxador, que cifró en 212.000 euros anuales, y los problemas de mantenimiento que está ocasionando esta infraestructura en los últimos años.

El nuevo centro de salud Bons Aires tendrá 6.800 metros cuadrados y 75 consultas y se construirá otro edificio anexo de 730 metros cuadrados que se destinará al SUAP. Un servicio de urgencias que, añadió Fuster, contará con una sala de radiología y un punto de observación asistencial.

Una vez completada la reforma de Camp Redó, el espacio dejado libre por el personal del centro de la carretera de Valldemossa en Bons Aires se destinará a otras necesidades de la Atención primaria de Mallorca entre las que el director general citó una nueva unidad de salud mental o servicios de odontología.

El total de la inversión prevista en el nuevo centro de salud de Bons Aires asciende a 9.770.959 euros y ya se está redactando el pliego de prescripciones técnicas, abundó el Servei de Salut.

Por su parte, la consellera de Salud, Patricia Gómez, señaló que el plan de infraestructuras presentado ayer afectará a 250.000 personas que, aseguró, se verán beneficiadas de las actuaciones de mejora y reforma que ya se han comenzado a ejecutar y que en 2015 y 2016 ya han supuesto una inversión de 1,5 millones.

Las actuaciones previstas en el nuevo plan se irán desarrollando a medida que los ayuntamientos implicados formalicen cesiones de los solares o los equipamientos sanitarios. Y, lógicamente, se iniciará en los centros de salud y en las unidades básicas de salud que ya cuenten con todos los permisos necesarios.

Ampliación de Santa Ponça

Para este año está previsto que empiecen también de manera inminente obras en el centro de salud de Santa Ponça (Calvià), que también actúa como servicio de urgencias de la part forana (Punto de Atención Continuada, PAC) y donde se acometerán arreglos estructurales y se ampliará su segunda planta, actuaciones para las que se han presupuestado 992.667 euros. Y se construirá el nuevo centro de salud de Can Misses, en el antiguo edificio del hospital eivissenç, con un coste estimado de 4,5 millones de euros y se reformará el de es Viver, también en Eivissa, en una intervención más modesta para la que se han presupuestado 340.088 euros.

Asimismo, en este mismo año también se prevé acometer obras en las unidades básicas de salud de Cala Rajada (Capdepera), Petra y Cala Millor (Son Servera). Todas estas primeras actuaciones tienen un presupuesto total de 15,9 millones euros de los que Bons Aires consumirá casi 10.