Para ganar una guerra, un ejército debe estar unido. Ese ha sido el primer gran logro del sector de los taxis en Mallorca. A pesar de su complejidad y diversidad, este colectivo logró unirse ayer en una manifestación con coches -alrededor de 500- por las calles de Palma, desde Son Moix al Consolat de Mar, para exigir al Govern que desista de crear líneas regulares de autobús para conectar el aeropuerto con las zonas turísticas de la isla.

Entre los protestantes se encontraba Guillem Roig, taxista de la zona de Cala d'Or, ses Salines y Santanyí desde hace más de 25 años. Él y otros compañeros de Palma y la part forana se concentraron desde las 09.30 horas en el Palau d'Esports para organizarse y empezar la protesta con cánticos y petardos. En el ambiente se palpaba la concentración por permanecer unidos siguiendo un plan. "Nunca había estado de acuerdo todo el sector al completo, pero este problema nos ha afectado a todos", reconoce Guillem Roig.

Trayecto

El recorrido desde Son Moix se inicia a las 11.10 horas. En el interior de su taxi, limpio y ordenado, Roig empieza a confesar algunas de las preocupaciones por la iniciativa del Govern, desde la viabilidad del taxi hasta las medidas "drásticas" que pueden tomar. "Con las nuevas líneas, muchos taxis dejaremos de ir al aeropuerto y no hay trabajo para todos en el interior. Esto es solo el comienzo. Con actos como este, nuestro objetivo es que al menos suavicen sus condiciones pero si la situación sigue igual, podría eliminarse el servicio nocturno de forma indefinida. Queremos ganar nuestra guerra", advierte.

Mientras en la radio suenan mensajes de ánimo entre los compañeros -"¡Vamos chicos, vamos!"- surgen en la conversación temas sensibles como la imagen de los taxistas entre la sociedad. "Parece que somos los culpables. Lees comentarios de foros y noticias de internet y nos acusan de mafiosos, de robar, de ganar muchísimo dinero cuando en realidad tenemos un sueldo de picapedrer", lamenta. El itinerario finaliza sobre las 11:50, cuando Guillem Roig se une al resto de sus compañeros en el Consolat. La de ayer fue la primera batalla de un conflicto que se prevé intenso.