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Análisis

Los socios se serenan por san valentín

En el corto trayecto desde su escaño a la mesa presidencial, el recién elegido presidente del Parlament se detuvo delante del vicepresidente del Govern. Baltasar Picornell estrechó la mano a Biel Barceló con complicidad, la misma que en el beso que se dieron con Francina Armengol. Fue un instante sin tensión, el primero después de semanas de recelos y salidas de tono en el Pacto. Tan solo un minuto antes, al conocerse el resultado de la votación, los únicos diputados de la izquierda que se levantaron para vitorear la proclamación del de Felanitx fueron los de Podemos. Ellos y la socialista Silvia Cano, la podemista en las filas del PSIB. El resto aplaudieron todos sentados.

La cosa cambió tras el estreno de Picornell. Es innegable que Podemos sorprendió ayer a sus socios, empezando por la presidenta del Govern. El discurso, con firma de uno de los cerebros podemistas en la sombra más avispados, estaba del todo medido. Ninguna frase incómoda, ningún dardo al PP, ninguna diatriba antisistema entre líneas. "No era el día, ya habrá ocasión". Una intervención light con referencias de puntillas a la vulneración de los derechos humanos, la violencia machista o la vergonzante crisis de los refugiados. Armengol se relajó tras esas primeras palabras de Picornell. Después de escucharle, la ovación de PSOE y Més fue más sentida. Hasta el PP estuvo suelto.

En los entreactos también hubo besos y abrazos entre los de Podemos y David Abril y Fina Santiago, tras el encontronazo con Alberto Jarabo y su desatinada acusación de veto clasista, por la que tuvo que pedir luego disculpas. El amor fluía en el pleno del Día de San Valentín.

Ha costado mucho convencer a Baltasar Picornell para que aceptara el sillón. Él no se veía en el puesto; la cabezonería de Jarabo ha ganado. El autocasting de Podemos ha sido duro: de sus 8 diputados solo lo pasaron el propio Jarabo y Laura Camargo. A ninguno le convenía moverse de su sitio. Una segunda revisión a "Balti" le aupó por descarte. La estética del hoy presidente da mucho juego mediático; Jarabo domina el código, su maniobra busca aprovechar la flamante figura para dar más cancha a las siglas a nivel estatal. Sobretodo ahora, que ha arrasado su padrino Pablo Iglesias.

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