El Club Diario de Mallorca se llenó ayer para seguir el coloquio para analizar las consecuencias de la plaga de Xylella fastidiosaXylella fastidiosa que afecta al arbolado mallorquín. Administración, comunidad científica y sector agrario lanzaron consignas de unidad para luchar contra la bacteria. No obstante, no consiguieron aplacar la preocupación de los payeses y agricultores sobre los efectos devastadores que puede tener la bacteria sobre sus plantaciones de arbolado.

Miguel Ángel Miranda, profesor de Zoología del departamento de Biología de la UIB; Mateu Ginard, director general de Agricultura, y Joan Simonet, ingeniero agrónomo y gerente de la patronal agraria Asaja, fueron los encargados de exponer la situación actual de la plaga. Sin embargo, el estado de ánimo del sector agrario se pudo palpar en las preguntas realizadas después de las exposiciones iniciales. Ramón Servalls, presidente de los bodegueros de Mallorca, fue uno de los primeros que manifestó que "se sentía incluso más preocupado que antes al observar el alcance de la bacteria". Servalls criticó los mensajes complacientes como: "Tenemos que aprender a convivir con la plaga".

En este mismo sentido se manifestaron otros representantes del sector agrario que demandaron con insistencia a la administración que les dé pautas claras para poder combatir la plaga.

El profesor Miranda aportó una novedad a todo el proceso. Explicó que han iniciado la investigación científica, en combinación con el Govern, para buscar fórmulas de erradicación de los vectores transmisores. Asimismo, Miranda comparó las consecuencias de la Xylella con los de la filoxera que a finales del siglo XIX devastó los campos de viña de media Europa y dejó sin este cultivo durante décadas en Mallorca.

El científico indicó que una de las ventajas es que solo han encontrado un insecto común en las islas que es capaz de transmitir la enfermedad. "En la boca de este insecto podemos encontrar entre 50.000 y 100.000 bacterias que, cuando pican para extraer la savia, infectan al árbol".

Mateu Ginard relató el protocolo aplicado por la Conselleria desde el momento en que se detectó el primer caso. Ginard defendió la aplicación del método de contención, que consiste en solo eliminar los ejemplares afectados. "El Ministerio lo defenderá ante la Unión Europea, ya que nosotros tenemos la ventaja de ser unas islas y el propio mar realiza la función de tapón". El director general de Agricultura también explicó que por las indagaciones realizadas con un acebuche han podido constatar que en 2012 la Xylella ya había llegado a las islas. Asimismo, lanzó un mensaje de tranquilidad apuntando que en los países que la han padecido han aprendido a convivir con ella.

Joan Simonet, gerente de Asaja e ingeniero agrónomo, se refirió a la preocupación que vive el sector agrario a raíz de la Xylella fastidiosa: "La gente tiene pánico a lo desconocido y lo importante en estos momentos es saber cómo podemos luchar contra la bacteria". Simonet añadió que si la Unión Europea ordena la tala masiva de árboles "seremos los agricultores los que nos saldremos de Europa, no cabe en la cabeza de nadie aplicar aquí el mismo protocolo que en Italia".