Caixabank mantiene una actitud "prudente" ante una posible compra del Banco Mare Nostrum (BMN), pero no la descarta. Y lo mismo declara también sobre la hipotética adquisición de Banco Popular. Deja las puertas abiertas y no desecha ninguna opción, aunque asegura estar más centrada ahora en otras operaciones.

El porvenir de la entidad en la que se diluyó Sa Nostra en 2012 genera gran interés en el sistema financiero español y se espera que de forma inminente el Gobierno adopte una decisión sobre su futuro.

Hay dos opciones sobre la mesa: que Banco Mare Nostrum sea absorbido por parte de Bankia o que salga a subasta pública y pujen por ella otros bancos. La resolución sobre estas posibilidades (y los movimientos posteriores que implicarán) generan gran interés en el sistema financiero español.

El sector señala al Banco Santander y a Caixabank como los bancos que partirían en una situación más ventajosa en caso de que el Gobierno finalmente optara por la subasta pública y no por la fusión con Bankia (los que parten de una mejor posición y los que más provecho sacarían a esa hipotética adquisición).

En el caso de que finalmente tuviera lugar esta adquisición de BMN por parte de Caixabank supondría un cambio radical del escenario financiero que ha predominado en Balears durante décadas: la de dos cajas predominantes y rivales (Sa Nostra y La Caixa) compitiendo por la cuota de mercado del archipiélago. Si BMN acabara en manos de Caixabank, la entidad catalana habría ganado de forma definitiva la partida y tendría una indiscutible y predominante posición en las islas.

Jordi Gual, presidente de Caixabank, señaló ayer en Barcelona que todo el proceso se encuentra en unos estados "muy iniciales" y que por ello desde su entidad "evidentemente" se mantienen "atentos a lo que sucede en el mercado".

Eludió pronunciarse con rotundidad y no definió si darían el paso y pujarían por BMN si finalmente tiene lugar la subasta, aunque tampoco lo descartó: "No es prudente establecer una línea de actuación cuando no conocemos las condiciones".

El alto cargo de la entidad financiera catalana concluyó su respuesta sobre este tema subrayando que la estrategia seguida hasta ahora por Caixabank "centrada en el desarrollo de un modelo propio" ha resultado "exitosa".

En este sentido indicó que ahora mismo están centrados en concluir la OPA iniciada para integrar el Banco Portugués de Inversión (BPI) a su negociado; proceso que, según anunció, darán por finiquitado la próxima semana. Gual efectuó estas declaraciones durante el acto de presentación de la cuenta de resultados de Caixabank de 2016; un ejercicio en el que por primera vez en cinco años se ha logrado superar la barrera de los mil millones. El año pasado el beneficio de la caja catalana llegó a los 1.047 millones de euros, un incremento del 28,6% respecto a 2015.

El presidente destacó los resultados como "muy positivos" teniendo en cuenta que el negocio bancario sigue "en un entorno muy complejo". El presidente de Caixabank indicó que el ritmo de crecimiento fue igual que el año anterior y dio muestras de aceleración el último trimestre, tendencia que prevén continúe para 2017. El aumento del precio del crudo y el Brexit fueron señalados como posibles ralentizadores del crecimiento de la zona euro. Valoró que la orientación de Donald Trump puede suponer "el fin de la época de los tipos de interés bajos", pero también alertó sobre el "desasosiego" que crean sus políticas y el posible riesgo económico.