Los taxistas insisten en que no están en contra del plan de transporte diseñado por el Govern, por considerar positivo que se apueste por el transporte público, pero mantienen una oposición radical a las cinco líneas de autocar que se pretenden crear entre el aeropuerto y las zonas turísticas. De este modo, presentan una propuesta alternativa: la creación de autobuses lanzadera que mantengan perfectamente comunicado Son Sant Joan con la estación intermodal de Palma, para que los turistas puedan desde allí escoger la línea regular ya existente que más les convenga.

Lo que resulta absurdo, según los taxistas, es que este año se vayan a crear esas líneas para turistas, y siga sin haber ninguna que conecte sin trasbordos un municipio de la importancia de Calvià con el hospital de Son Espases.

Por su parte, el conseller de Movilidad, Marc Pons, explicó ayer que "no por ayudar a un sector concreto", en este caso a los taxistas, "se tiene que penalizar a otros", en referencia a las nuevas líneas. Sobre las quejas de los taxistas, el conseller ha asegurado que "saldrán reforzados con las propuestas del Govern, si se trabaja de manera conjunta". Pons ha defendido que las líneas de transporte público son una iniciativa "buena" que permite dar a ciudadanos y a turistas "un mejor servicio". El conseller ha explicado que se está barajando la posibilidad de que las líneas paren en municipios del interior de la isla como, por ejemplo "en Inca si el bus va hacia las playas de Alcúdia".