La factura de 2.299 euros de un detective de Palma que Xelo Huertas ha intentado endosar al Parlament tendrá recorrido de ida y vuelta. La Mesa -el órgano de gobierno de la Cámara autonómica- ha paralizado el pago hasta aclarar si legalmente se puede abonar con fondos públicos, al menos en su totalidad. Se cree que pudo haber irregularidades porque además de su despacho oficial, la expresidenta hizo rastrear su coche particular en busca de aparatos de espionaje, del que creía que estaba siendo objeto. Sus sospechas eran falsas, pero Huertas cargó el trabajo a las arcas del Parlament.

La Mesa ha acordado requerir al detective privado que desglose los conceptos del rastreo efectuado por encargo de la entonces segunda autoridad de Balears el 5 de diciembre pasado. Una vez la factura se retorne al Parlament, los servicios jurídicos y de intervención dictaminarán si corresponde pagar la totalidad de la factura, o solamente la revisión de las dependencias oficiales. En ese caso, el dispendio por investigar el coche le será remitido a Huertas para que lo abone de su bolsillo.

Cabe destacar que el barrido hecho en el despacho de Huertas y en otros dos de sus colaboradores también suscita dudas. Al tratarse de una institución pública, el procedimiento debería haber sido interponer una denuncia ante la Policía nacional, que dispone de un servicio para buscar elementos de escucha clandestinos, sin necesidad de acudir a una empresa externa con el correspondiente gasto para el Parlament.

La noticia de que Xelo Huertas pasó la factura del detective para investigar si alguien la espiaba con dispositivos dentro de su coche, adelantada por Diario de Mallorca, ha despertado indignación entre los partidos del Pacto. El PP, en la oposición, que ha sostenido a Huertas hasta el último momento, no ha abierto la boca al respecto. En el antiguo partido de la presidenta, Podemos, estudia si la actuación de la expresidenta del Parlament es constitutiva de delito, y en ese caso la denunciará ante el juzgado.

Por otro lado, continúa la incógnita sobre quién sucederá a Huertas en el cargo. Podemos insiste en que debe mantener la presidencia del Parlament, pese a que ninguno de sus candidatos -Marta Maicas y Balti Picornell- son del agrado de PSOE y Més.