Una mayoría de los mallorquines, concretamente un 58 por ciento, se declaran en contra del alquiler de viviendas para uso turístico frente al 29 por ciento que aprueban este sistema, según los datos del último barómetro de Gadeso publicado este mes de enero y que pretende sondear la opinión de la ciudadanía sobre este tema de máxima actualidad política y social.

La encuesta ofrece diferentes resultados en función de la zona elegida para el sondeo ciudadano. Así, los palmesanos son los menos partidarios del alquiler para uso turístico, rechazado por un 68 por ciento de los encuestados, mientras que en las zonas turísticas la diferencia no es tan acusada, con un 51 por ciento en contra y un 42 por ciento a favor del sistema.

A la pregunta sobre qué tipo de viviendas podría dedicarse al alquiler turístico, una mayoría del 39 por ciento opina que las viviendas aisladas serían las más adecuadas para alquilar a los visitantes, seguidas de los chalés en zonas urbanas, con un 34 por ciento. Un 28 por ciento de ciudadanos sondeados se decanta por las casas unifamiliares en núcleos urbanos, un 23 por ciento por pisos en fincas plurifamiliares y solo un diez por ciento cree que las viviendas aisladas en zonas protegidas son las más adecuadas para el alquiler turístico.

Ventajas e inconvenientes

El barómetro de Gadeso pregunta a los encuestados por las ventajas y los inconvenientes que, a su entender, provocan estos alquileres turísticos. Una mayoría del 59 por ciento considera que “dificulta el acceso a la vivienda a los residentes y trabajadores”, mientras que un 51 por ciento cree que “provoca especulación y gentrificación”. Un doce por ciento de los ciudadanos abogan directamente por su prohibición.

Por contra, un 47 por ciento considera que el alquiler turístico “es un apoyo económico importante para muchas familias” y un 37 por ciento sostiene que supone un mejor reparto de la riqueza generada por el turismo. Un 32 por ciento cree que “funciona bien” y que por ello no hay que regularlo y un 28 por ciento apunta que hace falta una regulación porque esta práctica “existe y existirá”.

Por último, en caso de regulación, la mayoría (un 73%) opina que el principal requisito para las viviendas en alquiler turístico debe ser su aparición en un registro legal y la tributación fiscal por la actividad económica generada.