La subida del precio de la electricidad en plena ola de frío agrava los problemas de pobreza energética que padecen muchos isleños, pero esta situación puede alcanzar su mayor dureza en el colectivo de más riesgo: las personas mayores, especialmente aquellas que viven solas y que reciben las pensiones más bajas. Por ello, durante estos días están siendo objeto de un seguimiento especial por parte de Cruz Roja, según subraya su coordinadora autonómica, Juana Lozano.

Primer dato a tener en cuenta: los ancianos con riesgo de pobreza energética (no poder hacer frente a la factura de este suministro) se cuentan por cientos en las islas, lo que refleja la importancia de este colectivo.

Su vulnerabilidad se explica por varios factores. En primer lugar, el riesgo que supone no poder asumir el coste de la electricidad y no contar con sistemas de calefacción suficientes para hacer frente a las bajas temperaturas que se están registrando.

Pero hay otro no menos importante: estas personas suelen residir en viviendas antiguas y mal aisladas, lo que hace que el frío se cuele en su interior con facilidad, pero además cuentan en muchos casos con instalaciones eléctricas obsoletas, con el peligro que ello supone en el caso de que se enchufen a la red aparatos de calefacción de alto consumo que puedan sobrecargar algún enchufe. O que hagan uso de estufas peligrosas en el caso de que se sitúen junto a alguna cortina u otras telas.

Este último punto explica un aspecto de la estrategia seguida por Cruz Roja: esta organización prefiere entregar mantas y ropa de abrigo antes que aparatos de calefacción que, sin ser costosos, sí pueden conllevar un peligro de incendios si no son utilizados de forma adecuada.

Trabajo de los voluntarios

Lozano puso en valor la labor de los voluntarios que atienden a estas personas mayores, ya que cuando acuden a sus domicilios para entregar alimentos, por ejemplo, comprueban que su situación a la hora de contar con medios para calentarse es la adecuada.

Pero no son los únicos afectados. La coordinadora autonómica de Cruz Roja apunta un dato que sirve como ejemplo: durante los primeros 19 días de este mes ya son 25 las familias que han acudido a esta organización en busca de auxilio para poder pagar su factura de la luz, lo que ha supuesto una ayuda económica que se ha movido entre los 2.500 y los 3.000 euros.