Pese a las nevadas a nivel del mar y las bajas temperaturas en Mallorca, según las organizaciones agrarias, los cultivos agrícolas de la isla se habrán salvado de echarse a perder. Según fuente del sector, lo que ha evitado mayores consecuencias es que la helada haya tenido lugar en enero. Destacan que si la ola de frío polar hubieran ocurrido dentro de un mes, cuando empiezan a salir los primeros brotes, los efectos hubieran sido muy negativos. Lo que sí puede haber sido perjudicial, especialmente para el cultivo de patata de sa Pobla, son las fuertes rachas de viento. Según las organizaciones agrarias ahora habrá que evaluar los efectos en estas plantaciones.