Xelo Huertas ha logrado por el momento paralizar su destitución como presidenta del Parlament gracias a la ayuda del PP, una alianza negada por ambos que ayer se plasmó en la práctica por la vía de los hechos. La Mesa del Parlament convocada precisamente para tratar su destitución duró un cuarto de hora, el tiempo que tardó Huertas, seguida por el PP, para encontrar un argumento que les permitiera abandonar la reunión. Un documento de la letrada del Parlament con los pasos que debían seguirse tras la expulsión de Huertas y de la diputada Montse Seijas de su grupo parlamentario, Podemos, sirvió como excusa.

El vicepresidente de la Cámara, Vicenç Thomàs (PSIB), había pedido esta información a la letrada antes de que se iniciara la Mesa, ya que Huertas comunicó el día anterior que se inhibiría por lo que a Thomàs le correspondía dirigir la reunión. Al ver que Thomàs disponía de esta documentación, la todavía presidenta del Parlament argumentó que, dado que los demás miembros de la Mesa no contaban con dicho informe, se daba una situación que conculcaba sus "derechos fundamentales". De poco sirvió que se les dijera que si lo deseaban se les entregaría. Huertas abandonó la Mesa seguida de los dos representantes del PP (Miquel Vidal y Miquel Jerez), dejando al órgano de gobierno de la Cámara con sólo dos miembros, Thomàs y Joana Aina Campomar (Més), y sin quórum para adoptar decisiones. PSIB y Més esperaron a la 1 de la tarde para que se reanudara la Mesa, pero ni PP ni Huertas regresaron por lo que, tras esperar una hora más, Thomàs y Campomar levantaron la sesión.

A la Mesa sólo le dio tiempo a aceptar el escrito de Podemos por el que comunicaba la expulsión de Huertas del grupo parlamentario, después de que el partido la expulsara junto a Montserrat Seijas y el investigador y alto cargo podemita Daniel Bachiller, tras las maniobras para intentar beneficiar al laboratorio de Bachiller. Huertas ha interpuesto una demanda contra Podemos en la que pide que se anule su expulsión del partido, que ha recaído en el Juzgado de Primera Instancia 14 y está pendiente de admisión a trámite.

Bloqueo

El lunes, la presidenta del Parlament registró un escrito en la Cámara pidiendo que la Mesa no adoptara ninguna decisión sobre su destitución hasta que los tribunales se pronunciaran sobre su demanda. Sin embargo, ayer no se llegó a tratar este escrito ya que Huertas y el PP se levantaron antes de la Mesa, aunque tanto PSIB como Més tienen claro que, con independencia de estos movimientos, el Reglamento de la Cámara es claro al determinar en su artículo 39 C el cese de cualquier miembro de la Mesa si este es expulsado de su grupo parlamentario.

El Reglamento del Parlament, como ayer insistía Thomàs, "tiene rango de Ley" y por lo tanto su incumplimiento supone "prevaricar", acusación que también lanzó Campomar. "La presidenta ha de cumplir y hacer cumplir el Reglamento y ni lo cumple ni hace que se cumpla", dijo Thomàs para quien lo ocurrido ayer "es claramente una acción coordinada y conjunta de Huertas y el PP para bloquear el funcionamiento normal de la Cámara". El Parlament, en efecto, se encuentra bloqueado aunque al encontrarse fuera del período ordinario no se está notando en lo que se refiere a las tramitaciones.

Huertas sostuvo que no dijo a la letrada que se inhibiría durante toda la reunión de la Mesa, sino sólo en los puntos que tuvieran que ver con ella. La Mesa se reunía precisamente para tratar esos puntos. "Igual los que prevarican son ellos", declaró Huertas que retó a PSIB y Més a acudir a los tribunales. Añadió que "a lo mejor" la letrada del Parlament, Esperança Munar, también había prevaricado al dar solo la documentación a Thomàs.

La portavoz parlamentaria popular, Marga Prohens, fue más lejos aún y acusó al PSIB de "secuestrar" al Parlament a través de un "procedimiento pactado con la letrada". Según Prohens, "ha habido un intento de pucherazo" pero los han "pillado con las manos en la masa".

Oxígeno del PP a Huertas

Lo cierto es que una semana antes el PP ya había mostrado su disposición a dar oxígeno a Huertas para dilatar su destitución, apoyando si llegaba el momento la solicitud de un informe al Consultiu para paralizar el cese. Ayer, la portavoz parlamentaria de Podemos, Laura Camargo, concluyó que con lo ocurrido, queda claro que "el PP ha ganado una diputada", en referencia a Huertas quien "se ha juntado" con los populares para "hacer un frente común" y actuar en contra del Reglamento del Parlament. Camargo pidió a Huertas que "deje de prevaricar" y acabe con "esta situación intolerable.