Quizá porque el frío arrecia o porque los lunes suelen ser unos días complicados en los servicios de urgencias de los hospitales públicos, lo cierto es que ayer estos últimos volvieron a tener una jornada ajetreada. Y las enfermedades respiratorias volvieron a ser ayer la patología más vista. "La gente ha acudido hoy tras aguantar como ha podido durante el fin de semana en sus casas", precisó una fuente médica.

Como detallaron desde el Servei de Salut, un total de 81 pacientes esperaban cama en los diferentes centros sanitarios. El desglose quedaba de la siguiente manera: 44 pacientes aguardando en Son Espases; 20 en Son Llàtzer; 17 en el hospital comarcal de Inca y 1 en Can Misses. Por contra, ni en el Mateu Orfila de Maó ni en el hospital de Manacor tenían a algún paciente esperando ingreso.

Para hacer frente a esta presión asistencial, el IB-Salut sigue habilitando más camas. A las 25 con que contaba Son Espases en el hospital Verge de la Salut se les añadieron ayer otras 12 más abiertas en su segunda planta, en un área reservada hasta ahora para realizar intervenciones de cirugía menor ambulatoria, esto es, sin posterior ingreso hospitalario.

Y para atenderlas se ha procedido a contratar a un médico, 7 enfermeras, 7 auxiliares de enfermería, 3 celadores y una persona para tareas de limpieza, detallaron desde Son Espases. Además, desde la puesta en marcha del plan de contingencia para hacer frente a este pico asistencial, el martes de la semana pasada, se han contratado a 86 profesionales sanitarios de diferentes categorías y se han abierto 70 camas más, sin contar los recursos habilitados ayer.