Los competidores sufren
El hundimiento turco vuelve a llenar la isla
No se entendería la situación de Mallorca sin el hundimiento turco, que es cada vez más profundo. Cuando touroperadores como Tui acababan de anunciar su apuesta por los destinos turcos para compensar la escalada de precios en la Mallorca del abarrote, la violencia y el terrorismo se han vuelto a llevar por delante la recuperación turca. “Tras el ataque terrorista del 1 de enero en Estambul, las reservas de noches de hotel han caído un 15% respecto al mismo período del año anterior, y las cancelaciones han subido un 20% tras el atentado, aunque seguían el mismo ritmo de cancelaciones que en las semanas previas”, resume Carlos Muñoz, director general de una de las empresas de impacto global de Mallorca, Hotelbeds, el mayor banco de camas del mundo (con sede en Palma). El propio Muñoz contrapone el caso turco con el alemán: tras el ataque de diciembre en Berlín, las reservas no se vieron afectadas, “incluso podría decirse que se han incrementado en comparación con el año anterior”. Parece así que Turquía es hoy un destino marcado por el peor enemigo del turismo: el miedo.
El momento de apuntalar el futuro
“Necesitamos que nos dejen seguir invirtiendo”
Con el 55% de los 800 hoteles de Mallorca ya renovados y llenándose pese a cobrar tarifas hasta un 65% más altas, las opciones de crecimiento de facturación del conjunto del sector turístico pasan por la remodelación del resto de la oferta. Lo destacan los propios hoteleros, que recalcan que esas subidas de precios y calidad redundan en un viajero de mayor nivel adquisitivo y capacidad de consumo, combinación que se traduce en ingresos récord en la economía de la isla. Por eso, los principales empresarios y la propia líder patronal, Inma Benito, coinciden en reclamar al Govern que mantenga viva la herramienta que ha estimulado la inversión de mil millones en reformas en solo cinco años: la ley turística que permite hasta finales de año ganar plazas de hotel si se sube de categoría. Hasta ahora la han aprovechado sobre todo quienes tienen más músculo financiero, las cadenas grandes y medianas, pero faltan casi 400 hoteles por mejorar, por lo que el sector pide una prórroga en la normativa para seguir mejorando la oferta hasta el año 2020, más ahora que hay buenas ventas y liquidez para afrontar inversiones.
Temporada madrugadora
Los hoteles empiezan a abrir en enero
El viernes que viene abrirá sus puertas el Pabisa Bali, cuatro estrellas de Platja de Palma. Desde hace semanas está activo en la zona el nuevo Hotel Llaüt, cinco estrellas de la familia Alomar. Y cerca opera el Iberostar Platja de Palma, otro cinco estrellas que este invierno ni ha cerrado. Pronto se les sumarán pronto muchos más, incluso destinos enteros, como Peguera, que en febrero estará al 60%. Mallorca madruga así más que nunca, en parte por ese drama turco que desvía clientes de primavera a la isla, en parte por las inversiones en reformas que, a base de spas, deportes y piscinas climatizadas, suplen en marzo y abril el atractivo de la playa veraniega. ¿Resultado? En el sector hablan de subidas de ventas ya en primavera superiores al 15%, que acercarán a la isla a otro récord de facturación, al que esta vez contribuirá el alargamiento de la temporada.
Cruceristas en ascenso
Los cruceros se suman al lleno: crecen las escalas
En la temporada 2017 volverá a hablarse de saturación, más que nada porque las cifras de visitantes que se esperan son casi idénticas a las del 2016 del récord. También contribuirán al lleno los cruceros, que tras reducir un poco su presencia en Mallorca en el año 2016, vuelven a elevar su número de escalas: habrá un 7% más en Palma, la parada predilecta de los grandes barcos. Aunque la actividad se disparará sobre todo en Eivissa, con un 40% más de escalas, y en Maó, donde el volumen de cruceristas se incrementará un 26%.
