Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Política

La alergia de los políticos a tramitar su baja médica

Iván Sevillano, conseller de Podemos, y el presidente Ensenyat crean un precedente casi inaudito en las instituciones públicas

Iván Sevillano, con el brazo en cabestrillo, en el Consell de Mallorca.

Los políticos no tienen costumbre de presentar su baja médica cuando tienen remuneración con dedicación exclusiva en una institución pública. Habitualmente, se quedan en su casa convalecientes y su nómina sigue intacta a fin de mes. Evitan los recortes que la Seguridad Social aplica a los trabajadores enfermos. Cuando algún político ha intentado cumplir con su obligación y presentar su baja médica, se crea un cisma en las instituciones públicas. Este es el caso del conseller electo por Podemos Iván Sevillano. Los propios funcionarios del Consell mostraron su sorpresa cuando quiso tramitar su incapacidad temporal y, al no existir casi precedentes, el podemita decidió cogerse vacaciones durante su convalecencia ante las dificultades administrativas.

Sevillano, ante la odisea que representaba tramitar su incapacidad, decidió cogerse tres semanas de vacaciones durante su convalecencia y no perjudicar a la institución. El problema de los cargos electos es que, pese a estar en el régimen de la Seguridad Social, a la hora de la gestión administrativa se hace difícil poder calcular los descuentos de su categoría. El presidente Miquel Ensenyat también estuvo de baja pero al ser cargo ejecutivo su situación es similar a la de los funcionarios.

Ante la insistencia del conseller de Podemos a seguir a rajatabla lo que marca la ley, los servicios jurídicos del Consell de Mallorca elevaron una consulta a la Federación Española de Municipios y Provincias. Allí les comunicaron que no tenían constancia de ningún precedente de un político de esta categoría que quisiera darse de baja laboral.

"Me dijeron -explicó Iván Sevillano- que no sabían cómo encajar mi baja y que no había seguridad de que se pudiera hacer de forma correcta. Ante esta situación, decidí cogerme las tres semanas de vacaciones durante mi convalecencia. Hice lo que honestamente creí más ético, ya que quiero dormir tranquilo y no perjudicar a la institución".

A Sevillano se le reprodujo una antigua lesión deportiva de cuando jugaba a balonmano. Los médicos le dijeron en septiembre que debía pasar por el quirófano. El podemita, que cobra dedicación exclusiva por ser conseller electo, se dirigió a los funcionarios de la institución insular para informarse de los trámites, ya que en octubre tenía prevista su operación de hombro. Los empleados públicos se quedaron boquiabiertos ante tal petición. Le comentaron que durante sus muchos años de desempeño funcionarial en la institución insular solo conocían un caso de un político del mismo rango que el suyo que tuvo que darse de baja por una larga enfermedad. Para hacerla efectiva tuvieron muchos problemas a la hora de tramitar la incapacidad temporal y se optó por una solución que no era la ajustada a un cargo electo, según relataron desde el Consell. Aquella situación se produjo hace dos legislatura y desde entonces no se conocen otros casos similares.

Sevillano, pese a estar de vacaciones, acudía a los plenos de Consell con el brazo en cabestrillo, tras su operación de hombro. El quería que se le aplicara el recorte de la Seguridad Social a su nómina y "fue imposible desde el punto de vista administrativo", aseveró. "Me hubiera podido quedar en casa cobrando igual y después cogerme mis vacaciones, pero no era lo más honesto", concluyó Sevillano.

Regulación confusa

Hay que tener en cuenta que los primeros tres días de baja no se cobran, los 15 siguientes se percibe un 50% de su nómina habitual y el resto el 75%. Este sueldo lo debe asumir la Seguridad Social y no existen baremos claros para las categorías de políticos electos, según explicaron funcionarios de la institución insular. En el caso de los funcionarios que se dan de baja existe un decreto, tras un acuerdo sindical, que regula los procedimientos y el Consell asume el sueldo que no cubre la Seguridad Social.

Los juristas consultados creen que es preciso que se regule esta situación, ya que cuando un político no se da de baja médica, la institución a la que pertenece pierde un suculento dinero que debería hacer frente la Seguridad Social. Lo que ocurre es que prefieren no tramitar la incapacidad temporal, así cobran todo el montante de su nómina y acuden a la institución solo los días de pleno. El resto de jornadas pasan su convalecencia en sus domicilios. Al estar de baja médica perderían del orden del 30% de su sueldo habitual.

Compartir el artículo

stats