La subida del copago farmacéutico que estudia el Gobierno Rajoy podría afectar a más de 43.000 jubilados de las islas. Ellos forman parte del 22% de pensionistas baleares que entran dentro del primer supuesto sobre el que dijo estar trabajando la ministra de Sanidad para elevar el copago: ingresan cada año más de 18.000 euros brutos, ya sea con pensiones públicas o a través de planes privados de jubilación. El resto, 153.124 mayores de 65 años de las islas, se quedarían como están: es decir, pagando como mucho 8 euros al mes por los medicamentos.
Los datos salen del último informe de declarantes del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, correspondiente al cierre del año 2015, que detalla que en Balears cuentan con alguna forma de pensión un total de 196.232 personas. Con el sistema de copago farmacéutico vigente desde 2012, casi todos ellos abonan parte de sus medicamentos, aunque en un importe que varía según los ingresos. Los que no disponen de ninguna renta o tienen una pensión mínima o no contributiva están exentos de pagar por sus fármacos. Además, los que perciben más de eso, pero menos de 18.000 euros al año, deben aportar a su vez el 10% del coste de los medicamentos que consumen, pero con un límite: como mucho ponen 8,26 euros al mes de sus bolsillos.
Tanto para los que no pagan nada por carecer de ingresos mínimos, como para los que viven con menos de 18.000 euros brutos al año, que son mayoría tanto en España como en Balears, no habrá cambios. Pero si la nueva ministra de Sanidad, Dolors Monserrat, saca adelante sus planes, los medicamentos se encarecerán para los 43.108 jubilados restantes. Ellos son los que superan los 18.000 euros de ingresos anuales, el umbral fijado por la ministra para retocar el sistema.
Monserrat no ofreció los detalles de su plan, aunque sí dejo claro que su planteamiento pasa por crear hasta tres tramos de copago distinto entre quienes cobran entre 18.000 y 100.000 euros al año. El razonamiento de la ministra es que no es lo mismo salir adelante con una pensión de 18.000 euros brutos al año (menos de 1.300 euros netos al mes) que con una jubilación anual de 99.000 euros (unos 6.000 euros netos al mes), por lo que sería injusto que tanto el que recibe 1.300 euros al mes como el que percibe más de 6.000 paguen lo mismo por los fármacos. "Pienso sinceramente que quien más tiene debería pagar más", justifica la ministra, que defiende por ello una reforma para que el impacto sea más "progresivo", es decir, que se pague más conforme crecen los ingresos de cada jubilado.
Con el sistema actual, todos los pensionistas de entre 18.000 y 100.000 euros de ingresos brutos deben pagar el 50% de sus medicamentos, hasta un tope de 18,52 euros al mes. La corrección al alza que quiere incluir la ministra pasa por dividir ese amplísimo espectro salarial de pensionistas en varios tramos, de modo que el copago "se ajuste" más a la realidad económica de cada bolsillo. ¿Cómo? Eso no lo aclaró Dolors Monserrat, que tras anunciar en la mañana del lunes que subirán el copago, rectificaba por la noche para decir que por ahora solo están estudiando cómo hacer el sistema más justo.
Y entre el anunció y su corrección, la ministra se topó con el rechazo de buena parte de la sociedad, empezando por los sindicatos y partidos como PSOE y Podemos, y siguiendo por colectivos tan activos como la Plataforma de Defensa de la Sanidad Pública. Desde esta última lamentaban ayer mismo que la primera idea que expresa en público sobre el copago la ministra "no haya sido eliminarlo, sino reforzarlo". En opinión de este colectivo, que el Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy esté corrigiendo el modelo para pulir sus detalles solo indica que la intención es seguir apostando por una medida que obliga los pensionistas a pagar por medicamentos que ya "se habían ganado con años de cotizaciones y que todos los ciudadanos siguen pagando con sus impuestos". "El copago está para durar", concluyen.
Reacciones
En la misma línea se expresan los sindicatos y el Govern balear, cuya consellera de Salud, Patricia Gómez, asegura que el copago de medicamentos ha demostrado ser inefectivo para reducir el consumo de fármacos. De hecho, los únicos que han dejado de comprar medicamentos con el copago, decían en UGT y CC.OO., son los miles de ciudadanos, pensionistas o no, que no pueden permitirse pagarlos, aunque su salud no pueda permitirse renunciar a ellos. "Lo que no entendemos de este Gobierno es que diga que no se pueden subir las pensiones o que hace falta que paguemos más por los medicamentos porque no hay dinero, pero luego tengan 5.500 millones para pagar el rescate de las autopistas madrileñas. Rescatan autopistas y castigan a los jubilados", protesta Antoni Gelabert, pensionista y secretario de la Unión de Jubilados de UGT. Menos beligerante se muestra el presidente de la Federación de Asociaciones de Jubilados de Balears, Rafael Verger, que dice desconocer la propuesta de la ministra, pero prefiere que se le suban los medicamentos a quienes más tienen que a quienes no pueden. "Me parece mejor que se pida más a quien dispone de más recursos", zanja, en línea con la ministra que quiere elevar el copago.
