-Da la sensación que en los últimos años han ido a remolque del colectivo Terraferrida, del que forman parte algunos de sus antiguos miembros. ¿Se ha dividido el ecologismo?
-No, no. Para nada. Es un refuerzo del ecologismo y una manera de trabajar muy diferente. Hay gente que están en los dos sitios y hemos trabajado juntos. Ellos hacen principalmente un trabajo de denuncia pública. Cuando el GOB hace una denuncia lo hace formalmente y hacemos seguimiento. Pero está bien que ellos la hagan porque generan debate. Funcionamos de diferente manera en redes sociales. Igual nosotros somos más unidireccionales. No es una división. Siempre hemos convivido con otras entidades ecologistas como Amics de la Terra o Greenpeace Balears. Terraferida ha entrado en temas que siempre han sido muy GOB. No quiero vivirlo como una división, hay buen entendimiento.
-Por la inmediatez que tiene Terraferida en las redes, ¿no les están eclipsando?
-Que Terraferida ha cogido protagonismo está claro. Y chapeau. Que se refuerce la preocupación por el medio ambiente es bueno. Es cierto que nos ha salido mucha gente a decir ‘¿dónde está el GOB? Sólo sale Terraferida’, pero no quiero verlo como una amenaza. Ellos seguramente son gente que han visto que en el GOB las cosas no van tan rápido como quieren porque nosotros fundamentamos nuestras denuncias, nos va nuestro prestigio. El GOB siempre será un referente. El GOB juega otro papel: además de su trayectoria, es un equipo profesional, una red enorme de colaboradores y voluntarios, y su apoyo a numerosos plataformas estando detrás. Nos gusta ese papel de ofrecernos para lo que se nos necesite, en alegaciones, expedientes administrativos, denuncias...Trabajamos con muchas plataformas y nos gusta estar ahí. No vivimos la aparición de Terraferida como amenaza.
