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Trabajo

Constructoras de fuera pagan ilegalmente salarios más bajos para hacerse con reformas de hotel en Mallorca

Empresas canarias, gallegas y valencianas aprovechan los menores sueldos del convenio de sus regiones para lograr trabajos en las islas, donde las plantillas cuestan un 50% más

Durante este invierno están en marcha obras de reforma por valor de más de 200 millones. En la imagen, una de ellas, el jueves. guillem bosch

Las reformas del sector turístico balear generan empleo en Canarias. Y en Galicia y la Comunidad Valenciana. Aunque al margen de la ley: en las últimas semanas se ha acelerado el desembarco en la isla de constructoras llegadas del resto de España, que se hacen con los proyectos de reforma de hoteles en Mallorca gracias a que pagan salarios entre un 30 y un 50% más bajos que los que fija el convenio de la construcción en Balears.

Lo comprobó a pie de obra Diario de Mallorca y lo confirman los sindicatos, los empresarios mallorquines de la construcción y los inspectores de trabajo que tiene la responsabilidad de combatir un práctica que describen como ilegal y de impacto creciente. Lo corrobora la también inspectora Isabel Castro, que hoy ocupa el cargo político de directora general de Trabajo del Govern y advierte de que estas empresas llegadas de fuera de las islas están cometiendo un"doble fraude". Primero, dice, perjudican a sus propios trabajadores, que aunque estén contratados en Canarias, Valencia o Galicia, por ley deben cobrar lo que marca el convenio del lugar en el que se realizan las obras (Balears, en este caso). Como consecuencia de ese salario más bajo, esos mismos empresarios cometen un segundo fraude, este contra la Seguridad Social, al pagar cotizaciones menores de las que deberían abonar si respetasen los salarios vigentes en Balears.

¿Saben los trabajadores afectados cómo se están aprovechando en sus empresas de sus circunstancias salariales para conseguir contratos en Balears? Pues los consultados aseguran que no. "A mí me pagan igual que en Canarias. Me dijeron que me mandaban cuatro meses a Mallorca y yo estoy cobrando lo mismo. Cuando acabemos el hotel nos volvemos a casa, y mientras tanto nos tienen aquí en unos pisos que compartimos", explica uno de los empleados, que lleva semanas empleado en la reforma del hotel de un touroperador alemán en primera línea de Platja de Palma (en Sometimes). Subraya además que no está al tanto de que debería cobrar el salario balear, más alto, y no su nómina canaria: "Si es así, es normal que los trabajadores de aquí se quejen. Yo también lo haría en Canarias", añade, antes de asegurar que va a hablar con su empresa para que le paguen como corresponde.

Que es mucho más. Los números son claros. El convenio de la construcción de Gran Canaria, por ejemplo, vigente también en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, fija para un encargado general de obra un sueldo anual de 20.930 euros, muchos menos que los 29.471 euros que marcan las tablas salariales de obligado cumplimiento en Balears. Es decir, cubrir ese puesto con un empleado legalmente contratado en Balears sale un 50% más caro que si se recurre a un trabajador al que se paga con el convenio canario. Lo mismo pasa con un ayudante de obra, que cobra 20.907 euros en Canarias y 31.507 en Balears, una brecha salarial tan grande que explica que algunas empresas canarias opten por exponerse a las sanciones derivadas de la ilegalidad de mantenerse en el convenio canario cuando trabajan en Mallorca.

Castigo a la empresa mallorquina

El resultado es que Balears pierde puestos de trabajo para un sector de la construcción que cuenta con 6.428 parados en las islas (dato de este mismo mes). También sufren las empresas constructoras mallorquinas, que se están viendo excluidas del negocio que genera su propia isla, desplazadas por una competencia desleal e ilegal, que en el caso canario tiene una ventaja añadida: además de pagar peores salarios, en el archipiélago canario rige un régimen fiscal más ventajoso que el balear, con lo que el empresario afronta menores costes de plantilla y se beneficia de impuestos más bajos.

Por todo ello, el presidente de la patronal balear de la construcción, Eduardo López, habla de "competencia feroz" a precios por debajo del mercado. "Si a mí algo me cuesta 10 euros, lo puedo luego vender por 10,5 o por 11, pero nunca por 8, porque no da. Estamos compitiendo con precios imposibles para nosotros". Le dan la razón en los sindicatos, en los que sostienen que el problema es grave y castiga a toda la sociedad balear, que pierde a la vez empleos y tejido empresarial. "Hay empresas mallorquinas que lo están pasando muy mal, pese a que se están haciendo reformas muy grandes, de hoteles que pasan de una estrella a tres. Las empresas de aquí pierden esos contratos por hacerlo bien, porque el que viene de Canarias tiene la obligación de pagar el salario que marca el convenio aquí, y no lo hacen, cuando el coste de plantilla es el más importante que afronta un constructor", reflexiona Sonia Saavedra, secretaria general de la federación de construcción del sindicato UGT, que cree "fundamental" aumentar la presión inspectora.

Y eso justo es lo que en el Govern aseguran estar haciendo. "Somos conscientes del fraude y su impacto, y desde que estamos en la Conselleria de Trabajo se ha reforzado la inspección. Hay grandes diferencias de salario entre comunidades y algunas empresas se aprovechan. Hace años que pasa. Antes era habitual con trabajadores de Valencia, que tenían salarios más bajos y estaban cerca, pero en general los sueldos del sector en Balears son más altos. Y esos son los que hay que pagar: se tiene que aplicar el convenio del territorio en el que se trabaja. Es un fraude sencillo de detectar: comprobamos las nóminas e incluso sabemos en qué momento llegaron los trabajadores a la isla, por su vuelo de entrada", aclara Isabel Castro, que no dispone de una estimación del impacto de la actividad ilegal.

Fraude fácil de detectar

En los sindicatos y empresas constructoras de las islas tampoco tienen datos, aunque recalcan lo fácil que es encontrar estos días cuadrillas de albañiles en situación ilegal. Y la realidad es que así es: este diario encontró más de cuarenta empleados cobrando sueldo canario y gallego en Mallorca en menos de dos horas de paseo por las reformas de Platja de Palma.

¿Saben los hoteleros que esto está pasando en la reforma de sus establecimientos? Pues para empezar, niegan la mayor: aseguran que en la mayoría de reformas de inversores locales, "se recurre a los constructores de siempre de la isla, con los que hay relación de años y en los que se confía más por ello", aclara Inma Benito, presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, que, no obstante, admite que pueda estar pasando en algunos casos. "Y cuando sea así, hay que perseguirlo", reclama Inma Benito, que recuerda que cada año la Federación Hotelera envía a sus asociados un listado de empresas baleares de construcción para que trabajen con ellas. "A partir de ahí, funciona la ley de oferta y demanda, y cada uno contrata con quien más le conviene, pero en general los hoteleros locales apuestan por empresas locales", recalca. Y lo cierto es que las tres reformas en las que este diario localizó cuadrillas irregulares pertenecían a un touroperador alemán y un grupo turístico también germano. Así que la escena se globaliza: las obras de inversión para el turismo alemán que satura Mallorca en verano generan empleo y riqueza en Canarias.

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