PSIB y Més se niegan a esperar los plazos marcados por Podemos para activar el relevo de Xelo Huertas en la presidencia del Parlament. Los dos partidos quieren que sus socios formalicen inmediatamente, no más tarde del lunes o el martes de la próxima semana, la expulsión de Huertas de su grupo y que no esperen a la vuelta de las vacaciones, el 9 de enero, tal y como está previsto.

Relacionadas

Los dos partidos del Govern han acabado ya la paciencia con su socio externo y no quieren que se siga dilatando la crisis institucional abierta por la expulsión de la presidenta de la cámara por parte de Podemos. Consideran que tras más de cuarenta días es hora de cerrar ya este episodio y rechazan los plazos que ahora marca Podemos para proceder a la expulsión de Huerta de su grupo, de lo que depende su salida como segunda autoridad de las islas y la posibilidad de nombrar a quien deba ser su sustituto.

La propia presidenta del Govern, Francina Armengol, así como el vicepresidente Biel Barceló, aprovecharon su discurso en la copa de Navidad del Govern para enviar el recado a sus socios. Armengol manifestó que "no le gusta" como se ha cerrado el ciclo parlamentario y lamentó que lo ocurrido "no ha estado a la altura de las circunstancias". En la misma línea que la presidenta, Barceló pidió que se resolviera "lo mejor y lo más rápido posible, la crisis en la presidencia del Parlament".

La reunión prevista para ayer entre las tres formaciones quedó finalmente pospuesta con justificaciones contradictorias. Mientras Podemos aseguró que sus socios les dijeron que no era necesario tras sus explicaciones, desde PSIB y Més señalaron que no se les convocó formalmente.

Que PSIB y Més hayan endurecido su postura con respecto a la gestión de Podemos de la crisis institucional abierta por la expulsión de Huertas, se debe en gran medida al enfado de las dos formaciones por que sus socios eclipsaran la aprobación de los presupuestos de 2017 con la expulsión de la presidenta del Parlament. Todo ello sin informarles, aseguran desde ambos partidos.

Además, temen que ante la actitud desafiante de Huertas, el escrito que debe presentar la portavoz del grupo parlamentario de Podemos, Laura Camargo, para formalizar la expulsión, no sea suficiente para que la presidenta abandone su cargo, tal y como marca el reglamento de la cámara y que esta pueda reclamar informes, con el apoyo del PP, antes de soltar la presidencia. Con todo, desde PSIB y Més quieren evitar que en ese escenario el relevo de Huerta deba demorarse hasta mitades del mes de febrero.

Desde Podemos, aseguran que no tienen otra opción que cumplir con su propio reglamento, que marca que para reunirse el grupo parlamentario, que es quien debe rubricar el escrito de expulsión, deben pasar al menos 10 días hábiles, lo que lleva, como anunció el secretario general de la formación, Alberto Jarabo, después de fiestas, el próximo 9 de enero.

Desde PSIB y Més critican que Jarabo tampoco les informara de la existencia de estos plazos en su reglamento interno y aseguran que ni el propio secretario general tenía conocimiento del mismo.

Podemos ya no tiene vía libre

Con todo, rechazan que deba esperarse, como quiere Podemos, y esperan que la próxima semana, cuando el Parlament todavía es hábil, se active ya el relevo.

¿Quién debe relevar a Huertas? Se tiene que negociar, responden ahora las dos formaciones. Si bien esa ha sido la postura del PSIB todo este tiempo, desde Més se llegó a aceptar que Podemos mantenga la presidencia para evitar tensiones en el seno del Pacto. Ahora tampoco lo descartan, pero se niegan a dar vía libre a los podemistas en la persona que deba suceder a Huertas. Por lo tanto, no plantean tanto qué partido debe quedarse la presidencia como qué diputado debe hacerlo.

Aunque la principal candidata sigue siendo la podemista Marta MaicasMartaMaicas, empiezan a sonar otros nombres, también entre las propias filas de Podemos. Uno de los nombres que gana fuerza es el del diputado Salvador Aguilera.