Ana Saudí es española y profesa la religión musulmana. Esta mujer ha decidido acudir a los tribunales y demandar a su empresa, Acciona, para que le reconozca su derecho a llevar velo durante el horario laboral. Entró a trabajar en el aeropuerto de Palma en el año 2007. Aunque se crió en la religión musulmana, no fue hasta hace un año, según detalla Ana Saudí, cuando se le despertó "la necesidad de llevar velo porque mis sentimientos religiosos florecieron". Primero llevó el pañuelo en la cabeza cuando salía a pasear, pero después decidió llevarlo en el trabajo. Consideró que esta expresión religiosa no supondría ningún problema, puesto que otros compañeros llevaban otros símbolos cristianos, como por ejemplo cruces, y nadie las había prohibido "Se lo anuncié a mi jefe, que en principio le pareció bien". Sin embargo, la situación cambió y se le comunicó, a través de una orden de Madrid, que se le prohibía llevar el pañuelo durante el horario laboral. "El motivo era que rompía con la uniformidad y me dijeron que si llevaba el pañuelo muchos clientes podrían sentirse incómodos". La trabajadora, que exigió que esta orden fuera comunicada por escrito, no entendía la razón, puesto que muchos clientes eran musulmanes.

Ana Saidí se ha sentido laboralmente perseguida, por cuanto durante el último año ha sufrido hasta siete castigos disciplinarios, que se han traducido en días sin empleo y sueldo. "La empresa nunca ha querido hablar de que se me prohíben los símbolos religiosos y se han excusado en que tengo que cumplir con la uniformidad que se me exige". La mujer pretende con esta demanda judicial que se le respete, por encima de todo, su sentimiento religioso y su derecho a expresarlos durante el horario laboral. Explicó que por el conflicto que mantiene con la empresa "solo he podido llevar dos días puesto el pañuelo en la cabeza en el trabajo". Sin embargo, confía en que el juez le de la razón y condene a la empresa para obligarla a que no prohiba esta simbología religiosa, que entiende que otros compañeros también la utilizan y nunca les ha pasado nada.

En la demanda pretende que se declare la nulidad de las siete sanciones laborales que le ha impuesto la empresa por este conflicto y que se obligue a Acciona a que le pague el dinero que no le abonó por estar suspendida. También reclama una indemnización por daño moral.