Maria Antònia Munar, la expresidenta del Consell de Mallorca, en prisión por corrupción desde hace más de tres años, ha decidido cambiar de abogado. Ha buscado un letrado, especialista en procesos penales, que pueda facilitar un futuro y definitivo pacto con la fiscalía, aunque ello suponga declararse culpable en el resto de procesos que aún le quedan por afrontar. Con esta decisión prescinde de la representación legal de José Antonio Choclán, un reputado penalista de Madrid, que asumió la defensa en tres de los cuatro juicios que se han celebrado contra Munar, en los que ha sido declarada culpable en todos ellos. Este reconocido abogado, que anteriormente fue juez de la Audiencia Nacional, defenderá únicamente a la expresidenta de UM en la vista de apelación por la sentencia del soborno de Can Domenge, por el que el jurado popular la declaró culpable y la juez le impuso una condena de tres años de prisión, a los que habría que sumar los once años que ya venía cumpliendo.

Gaspar Oliver, que ha representado con éxito a otros antiguos políticos de Unió Mallorquina, venía colaborando en la sombra con Choclán para alcanzar un acuerdo con Anticorrupción. Es un abogado con buenas relaciones con la fiscalía y, por ejemplo, ha evitado que uno de mandatarios de UM, como fue Miquel Angel Flaquer, haya ingresado en prisión, a pesar de las duras acusaciones que pesaban contra él.

Este cambio de abogado representa, al mismo tiempo, una modificación en la estrategia de defensa de Munar. Ante el poco éxito que ha tenido en los juicios que ha afrontado, en los que se enfrentó duramente a la fiscalía para defender su inocencia, ha decidido que la estrategia más inteligente es alcanzar un acuerdo definitivo con la fiscalía. De esta forma, al menos, sabrá de una vez por todas los años de cárcel de cumplir y, sobre todo, a partir de qué momento podrá empezar a disfrutar de los primeros permisos penitenciarios. En los casi tres años y medio que lleva en la cárcel, la expolítica no ha abandonado ni un solo día el centro penitenciario, con la excepción de sus traslados a los juzgados o al hospital.

En los juzgados de Palma todavía se instruyen tres causas por corrupción que afectan directamente a Munar. Con toda seguridad dos de ellas llegaran a juicio y de hecho el fiscal ya ha presentado escrito de acusación, como son el caso Son Oms y el caso Maquillaje. Falta por determinar si existen pruebas sólidas para llevar a juicio el caso sobre la presunta financiación ilegal de UM, cuya investigación se basa principalmente en las pruebas que aportó en su momento el antiguo contable de la formación política.

El último juicio celebrado contra Munar se vio a una mujer derrotada, con pocas fuerzas para defenderse. Tuvo que pasar el trago de reconocer que era una política corrupta, que había aceptado un millonario pago económico a cambio de amañar un concurso público para favorecer los intereses del empresario que pagaba este soborno. Munar lloró frente al jurado popular y se calificó como una persona muerta "política y económicamente hablando". Precisamente, el tema económico es una de las cuestiones que se discutirá en la negociación.