Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Turismo

Son Sant Joan recibe a su pasajero 26 millones de 2016 y se acerca a los 700 millones en toda su historia

El aeropuerto tardó toda su década inaugural de 1960 en sumar tantos millones de viajeros como ahora llegan a Mallorca cada año

Este verano Son Sant Joan tuvo picos de actividad nunca vistos, con hasta 1.086 vuelos en un día, casi un avión por minuto.

El 18 de junio de 1991, Son Sant Joan montó por última vez la parafernalia de las grandes ocasiones para darle la bienvenida a pie de pista a una pasajera icónica, aunque por razones de ordinalidad, no de fama: era la viajera 200 millones. Se llamaba Friedel Gross, tenía 58 años y era alemana, de dónde si no. Desde entonces las pistas de aterrizaje de Mallorca no han vuelto a organizar más fiestas en honor al propio éxito. Y oportunidades no han faltado en el aeropuerto más rentable de España, que es también el que más ha crecido: desde aquel 1991 en que Mallorca se rindió a la contundencia numérica de la turista Friedel Gross, la isla podría haberle colgado guirnaldas al pasajero 300 millones, o incluso al que en 2009 rompió el techo de los 500.

Pero no hubo fiesta, ni fanfarria. Hasta hoy: Son Sant Joan, integrado en esa AENA que ha pasado de ser empresa pública a darse al márketing moderno de una empresa semiprivada, recibe hoy a pie de pista al pasajero 26 millones de este año. No es una cifra tan redonda como aquellos 500 millones que se perdieron en el anonimato, pero es sin duda una cantidad a celebrar con algarabia por quien factura tasas a cada viajero que pisa Palma, como es el caso de AENA: nunca antes Son Sant Joan había recibido tantos pasajeros en un solo año.

El aeropuerto no celebró los 25 millones de este año, otra cifra para la historia, pero sí festeja los 26 millones, quizá porque se aproximan más a la realidad de un negocio aeroportuario que es más rentable que nunca. La Friedel Gross de junio de 1991 se frotaría los ojos si hubiera vivido el frenesí de una temporada 2016 en la que Mallorca acogió en septiembre tantos pasajeros como en todo el año 1970. Más aún se sorprendería Godelieve de Cillen, a la que probablemente no conocen, pero también está en la historia de Mallorca por el principio de ordinalidad: ella, maestra de primaria belga, se convirtió en la mañana del 7 de julio de 1966 en la pasajera un millón de Son Sant Joan. Un millón en un año. Hoy son 26 millones al año: así ha crecido el turismo.

Desde su inauguración en 1960, el aeropuerto de Mallorca necesitó doce años de aterrizajes y despegues para acumular la suma de 26 millones de pasajeros, esa que en este 2016 se ha acumulado en doce meses. Y más o menos esa es la proporción: en cada mes de hoy se mueven tantos viajeros por la isla como en cada año de la década de los sesenta. Los 70 ya fueron otro cantar, con incrementos incesantes de la actividad. Eran momentos de crecimiento fulgurante en los hoteles y en el aeropuerto, a un ritmo que solo iguala el de este 2016. Entonces se alcanzaron los 5 millones de pasajeros, para entrar en la década de 1980 con 10 millones de viajeros por año.

De ahí a los 26 de este 2016 el aeropuerto ha pasado dos periodos expansivos y una sola depresión: coincidió con la crisis económica de finales de los noventa, y se saldó con la única etapa en la que Son Sant Joan encadenó tres años perdiendo pasajeros.

Distinta ha sido la última crisis. Hasta en eso han cambiado Mallorca y su turismo: con las finanzas mundiales en caída libre desde 2008 a 2011 y una catarsis laboral que sembró España de personas en paro, Son Sant Joan encadena cinco años de crecimiento implacable, que llevaron al récord del verano pasado (23,7 millones de clientes, máximo histórico hasta ahora) y culminan en los 26 millones de viajeros que dan cifra al nuevo techo. Cuando a las 10.00 horas de la mañana de hoy el director del aeropuerto, José Antonio Álvarez, salude al nuevo jalón numérico de la historia de Son Sant Joan, por las pistas de aterrizaje de Mallorca habrán transitado ya 684.602.001 pasajeros.

La suma garantiza que el año que viene habrá fiesta de cifra redonda: con las previsiones actuales de aumento de tráfico en un 2017 que se espera nuevamente de récord, los cielos de Mallorca alcanzarán a finales del próximo verano los 700 millones de viajeros. Para contarlos habrán bastado 47 años de historia de un Son Sant Joan tan tendente a infinito que en el aeropuerto dan por hecho que el récord de esta temporada caerá durante la que viene. Como cada año, desde hace tres.

Compartir el artículo

stats