Media isla quedó ayer anegada por la lluvia. El intenso temporal que azota Mallorca causó graves inundaciones en el sureste y se cebó en especial con la comarca del Migjorn. Emergencias 112 gestionó más de 150 incidentes y recibió 1.678 llamadas desde la madrugada al mediodía de ayer. Bomberos, guardias civiles, policías locales y miembros de Protección Civil trabajaron a destajo achicando agua en locales y viviendas, limpiando calles y carreteras y rescatando a más de una veintena de conductores que quedaron atrapados en sus vehículos en tramos cubiertos por el agua y el barro.

Cuando los equipos de emergencia estaban desbordados por el aluvión de percances, el cadáver de un alemán de 65 años fue hallado flotando en aguas del Port d´Andratx. Presentaba un golpe en la frente y la Guardia Civil sospecha que cayó al mar de forma accidental durante el temporal marítimo del pasado fin de semana y se ahogó. El germano vivía en un catamarán amarrado en la zona y cuando su cuerpo fue descubierto ya llevaba al menos 24 horas fallecido.

Las fuertes precipitaciones registradas ayer con cifras récord en un solo día como los 133 litros por metro cuadrado en Llucmajor, 128 en Campos, 120 en Algaida y Porreres, 118 en Felanitx, 108 en la Colònia de Sant Pere, 103 en Escorca, 99 en Manacor o 90 en Palma en solo 24 horas, provocaron el corte de doce carreteras en Mallorca. A última hora de la tarde, los tramos viarios afectados se fueron reabriendo.

Pueblos como Campos y Porreres quedaron aislados al tráfico rodado durante varias horas. La vía que discurre entre los dos municipios sufrió inundaciones de más de un metro de altura y nueve vehículos quedaron atrapados en un mismo tramo. Los bomberos, con la ayuda de una excavadora, tuvieron que rescatar a los afectados que esperaban en el techo de sus automóviles, entre ellos tres guardias civiles, pasadas las siete de la mañana de ayer. Ninguno resultó herido.

Protección Civil de Montuïri auxilió a los usuarios de la residencia de ancianos al quedar anegada la planta baja y los trasladó a un piso superior para ponerlos a salvo. Los incidentes se fueron sucediendo durante la jornada de ayer, pero las horas más críticas tuvieron lugar entre las siete y las nueve de la mañana, coincidiendo con la entrada a los colegios y a los trabajos.

Clases suspendidas

La conselleria de Educación suspendió ayer tarde y hoy por la mañana las clases en 17 municipios de la isla por las malas condiciones meteorológicas. Las autoridades han decidido cerrar los colegios debido a las dificultades para acceder a los centros educativos de las zonas perjudicadas por el temporal de ayer.

Unos 10.000 alumnos de Mallorca no irán a la escuela. Ayer tarde se suspendió la jornada lectiva en las localidades de Campos, Algaida, Porreres, ses Salines, Puigpunyent y Llucmajor, que sufrieron el azote de las tormentas. Hoy se quedarán sin clase también los escolares de otros municipios como Andratx, Estellencs, Esporles, Valldemossa, Deià, Sóller, Fornalutx, Escorca, Pollença, Mancor y Selva.

La isla continúa en alerta naranja y se ha extendido la medida preventiva a los pueblos de la Serra de Tramuntana. Las previsiones apuntan a que las precipitaciones irán remitiendo con el paso de las horas, si bien el viento hoy soplará con más fuerza, sobre todo en la zona norte.

Ayer se registraron ráfagas de viento de 80 kilómetros por hora en Capdepera y 75 en Alfàbia. La Agencia Estatal de Meteorología en Balears (AEMET) prevé para hoy rachas de 90 kilómetros por hora en la Serra de Tramuntana, 80 en el resto del litoral de Mallorca y 70 en el interior.

Las autoridades han pedido extremar las precauciones a la ciudadanía y han recomendado evitar zonas próximas a torrentes y desembocaduras, no cruzar zonas inundadas ni a pie ni en coche y evitar desplazamientos innecesarios.

De los más de 150 incidentes contabilizados ayer a lo largo del día, la mitad se produjeron en Palma y el resto en Campos, Llucmajor, Felanitx, Algaida, Calvià y ses Salines. En la capital balear, hubo largas retenciones en los principales accesos en la hora punta de la mañana. La caída del sistema de semáforos agravó el caos y cientos de palmesanos sufrieron cortes de luz en s´Arenal, Passeig Marítim y Can Pastilla por averías e inundaciones en los transformadores eléctricos.

Los bomberos y policías se volcaron para atender la avalancha de llamadas de emergencia. La mayoría de casos fueron por inundaciones en locales, viviendas y garajes, especialmente, plantas bajas y sótanos. También se produjeron caídas de cascotes de fachadas y ramas. En la carretera de Felanitx a Portocolom un pino de cinco metros se precipitó en mitad de la calzada y el tráfico quedó cortado hasta que fue retirado el árbol. Los agentes extremaron las precauciones por el desbordamiento de numerosos torrentes en toda la isla. Playas como sa Ràpita o cala sa Nau perdieron parte de la arena debido a las fuertes lluvias y el gran oleaje.

Terrenos agrícolas quedaron anegados, pero el agua sirvió para paliar la sequía del verano.