El Consell de Mallorca ya está trabajando en la regulación del alquiler turístico, en paralelo a la reforma lanzada por el Govern, que en enero iniciará su tramitación parlamentaria para estar aprobada y vigente en abril. La consellera insular de Territorio, Mercedes Garrido, explica a Diario de Mallorca que han dividido la isla en nueve zonas diferentes y cada una de ellas contará con una regulación específica. Esta zonificación tendrá como principal objetivo el de combatir la especulación que dispara el precio del alquiler normal. Por este motivo, Garrido indicó que restringirán el alquiler vacacional en aquellos núcleos donde se produzca una escasez de pisos para los residentes.

El Consell, según marca la reforma de la Ley Turística, se encargará de regular el alquiler vacacional en todos los municipios excepto Palma. Será Cort la que decidirá la zonificación en su término municipal. No obstante, el Consell deberá emitir un informe.

Otro de los criterios que aplicarán desde el departamento insular de Territorio para regular la actividad turística particular será el de rebajar la "sobresaturación" de alquiler vacacional en suelo rústico. Mercedes Garrido explicó que han detectado que un importante incremento del arrendamiento turístico de Mallorca se está realizando en casas de campo. "Consideramos que hay zonas como las bahías de Alcúdia y Pollença, la Tramuntana o el sur de Mallorca donde el arrendamiento vacacional en suelo rústico está sobresaturado". En estas comarcas, el Consell tiene intención de aplicar restricciones a la hora de alquilar casas de campo.

Las nueve zonas que ha delimitado el Consell son las contempladas en el Plan de Intervención de Ámbitos Turísticos (PIAT), el instrumento definitivo que debe regular la actividad vacacional en toda Mallorca. Sin embargo, el PIAT no estará aprobado antes de 2018. La conselleria de Turismo propone para agilizar la reforma del alquiler recurrir a una norma cautelar, que podrá ser aprobada por el pleno del Consell y especificará los requisitos y la zonificación de la actividad turística.

Garrido aseguró que intentarán utilizar gran parte del trabajo realizado en la redacción del PIAT. No obstante añadió: "En estos momentos no podemos adelantar mucho más sobre la regulación, ya que no sabemos qué ley nos saldrá del Parlament después de las diferentes enmiendas y alegaciones que se formulen".

Las nueve zonas que el Consell piensa aplicar una regulación diferente, en función de la situación del mercado de alquiler y de la saturación del suelo rústico, son: la costa de Calvià y Andratx, la Serra de Tramuntana, las bahías de Alcúdia y Pollença, la península de Llevant, la costa de Felanitx y Santanyí, la Platja de Palma, el interior de Mallorca y Palma ciudad.

Según los datos del Consell, solo Palma alberga el 18% del alquiler turístico de toda Mallorcasolo Palma alberga el 18% del alquiler turísticode toda Mallorca y las bahías de Pollença y Alcúdia, incluyendo los núcleos de Can Picafort y la Platja de Muro, un 16%. Se calcula que el alquiler vacacional supone un 30% de las plazas turísticas de la isla, entre las que hay unas 122.000 que se están comercializando al margen de la legislación en vigor .

A partir de estas premisas, desde el Consell han detectado que hay zonas donde existe una verdadera especulación con el alquiler turístico y ello está dejando el mercado para los residentes sin pisos para arrendar y vivir en ellos. Esta situación la viven especialmente la costa de Calvià y Andratx, Palma ciudad, Platja de Palma, la costa de Santanyí y Felanitx y las zonas turísticas de la comarca del Llevant. Por su parte, la saturación del alquiler vacacional en suelo rústico se centra sobre las bahías de Pollença y Alcúdia, toda la Serra de Tramuntana, parte del Pla y los municipios de Llucmajor, Campos y ses Salines.

El objetivo del Consell es que, mediante la regulación específica para cada zona, corregir estas tendencias. En este sentido, promoverán las restricciones en suelo rústico en función de la saturación detectada. En el caso de la oferta de alquiler turístico en zonas residenciales, también se estudiará la situación de cada núcleo. Uno de los ejemplos que puso Garrido es el de analizar si el alquiler vacacional se está implantado en zonas residenciales de alto poder adquisitivo o, por el contrario, está copando el mercado de pisos para trabajadores. "No delimitaremos calle por calle. Pretendemos que cada zona pueda desarrollar esta actividad, siempre que se garantice el acceso a la vivienda y corrigiendo la sobresaturación en rústico", apostilló Garrido.