Los hoteleros no quieren seguir impulsando en solitario la modernización del turismo mallorquín. Y por eso le trasladarán al Gobierno central la necesidad de que el Estado diseñe un plan nacional de infraestructuras turísticas que permita rehabilitar por completo las zonas más deterioradas. Será el próximo martes en el primer encuentro entre la nueva secretaria de Estado de Turismo, la canaria Matilde Asián, y la mujer que tenía el respaldo de la industria hotelera y turística para ocupar ese mismo puesto, Inma Benito, presidenta de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca.

Lo explicaba ayer la propia Inma Benito, que afirma que la reunión servirá tanto de toma de contacto con Asián, como de oportunidad para exponer las grandes reivindicaciones de los hoteles y el resto del sector turístico balear: "En los últimos años los empresarios hoteleros de las islas han invertido casi mil millones en mejorar la calidad y modernizar las instalaciones. Aún falta entre el 40 y el 50% de la planta hotelera, para que sea un destino de primer nivel de calidad. Pero no podemos estar otros quince años empujando solos: hace falta un plan nacional de inversiones, que no tienen que ser solo públicas, pero sí impulsadas por lo público, aunque puedan ser luego ejecutadas en colaboración con el sector privado, como se hace en otros sectores", abunda la presidenta.

La petición reabre una herida que, en realidad, nunca llegó a cicatrizar: la cancelación de las inversiones estatales en proyectos de regeneración de espacios y destinos turísticos. Destaca entre ellos Platja de Palma, caso paradigmático: mientras la industria proyectaba y ejecutaba nuevos hoteles de cinco estrellas y reconvierte en establecimientos de cuatro casi todos los de niveles de calidad inferior, el Gobierno Rajoy canceló en 2012 un programa de actuaciones multimillonarias que costó años de pulso con gobiernos centrales precedentes, como el de Rodríguez Zapatero. El resultado es que hoy Platja de Palma ofrece algunos de los mejores hoteles de la isla, pero los enmarca en calles, jardines y espacios comunes en los que han hecho presa el deterioro y el abandono.

De ahí la presión hotelera, que estará respaldada por el ejemplo, dicen: "Seguiremos invirtiendo", certifica Inma Benito, que desde hace meses ha incorporado a su discurso el potencial social de los millones de euros que meten los hoteleros en mejorar sus negocios. "Debemos aprovechar el buen momento para generar rentabilidad social y calidad de vida para los ciudadanos de estas islas. Para eso es clave invertir, mejorar la productividad y apostar por innovar".

Inma Benito asegura que de eso también hablará con la secretaria de Estado, a la que planteará además el tema de moda: el alquiler turístico. "Es preciso que España defina un modelo para el sector con el que ponga orden en la oferta [de alojamiento]. Tenemos que decidir entre todos si queremos seguir con un modelo que genera empleo y rentabilidad social, o apostar por llegar a cien millones de turistas (España cerrará este año con un récord histórico de 74 millones de visitantes), sin que ese crecimiento cuantitativo nos cree valor ni rentabilidad, como está pasando", opina la líder de la patronal, en alusión directa a un alquiler turístico. Que seguirá trayendo cola: de momento, los hoteleros preparan alegaciones a la reforma con la que el Govern balear autoriza (con muchas condiciones) el arrendamiento a viajeros en pisos de edificios residenciales, opción hasta ahora prohibida.